Suele decirse que los actores dicen mentiras como si fuesen verdades y que los Sacerdotes dicen las verdades como si fuesen mentiras. No fue así en esta ocasión. En un castillo inglés, un actor de teatro entretenía a los comensales, declamando textos de Shakespeare. Después se ofreció a repetir algunos, si así lo deseaban. Un Sacerdote le preguntó si conocía el Salmo 22:
-Sí lo conozco, y estoy dispuesto a recitarlo, si luego lo recita usted.
El actor lo interpretó con una perfecta entonación:
-El Señor es mi Pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace reposar…
Los huéspedes aplaudieron vivamente. Luego le tocó el turno al Sacerdote. Pero esta vez no hubo aplausos, sino un profundo silencio y algunas lágrimas. Entonces el actor se levantó y dijo: Señora y Señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que aquí ha sucedido. Yo conocía el Salmo, pero este Sacerdote conoce al Pastor.
Uno conocía la letra, el otro, además la música.
Usted, Señor Arzobispo, conoce y ama al Pastor y a las ovejas que Dios le encomendó.
Hoy, Señor Arzobispo, sentimos la alegría de pertenecer al Pueblo Santo de Dios, que usted por gracia de Dios, Pastorea en esta Arquidiócesis.
Hoy, Dios nos ha convocado para saludarle y felicitarle por su Aniversario de vida y porque como dijo el Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, “para agradecer siempre a Dios su bondad infinita”, por habernos dado a usted como nuestro Pastor Diocesano, que es una gran bendición.
Esto ha sido un gran regalo de la misericordia de Dios, al ponerlo como Pastor de esta Iglesia en San Luis Potosí, Usted como Buen Pastor no quiere que se pierda ni una sola de sus ovejas.
En un año con nosotros, nos ha mostrado su fraternidad y comprensión. Lo sentimos como el Pastor que hace presente a Jesús en nuestra amada Arquidiócesis, que nos hace avanzar por la confianza y seguridad que nos dá.
Nos toca a nosotros no desanimarnos, ni dejarnos robar la alegría y la paz que tenemos por nuestro encuentro personal con Cristo.
Ore por nosotros para que amemos más nuestro Sacerdocio, para que sea mejor nuestro testimonio, para que demos más a Cristo y Su palabra en nuestras comunidades parroquiales.
Nosotros pediremos al Buen Dios que le bendiga, que le conserve con buena salud para que nos siga apacentando y por su buen Ministerio y su Fidelidad, un día el Supremo Pastor, le otorgue la Corona de la Gloria merecida. Felicidades que Dios le bendiga siempre.
Estas fueron las emotivas y sentidas palabras que el Canónigo, Pbro. Fernando Castro Villanueva le dirigió al Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, en ocasión de su cumpleaños número 61. Las cuales agradeció el jerarca católico con sumo aprecio.