Aunque la Rosca de Reyes resulta cara para muchas familias, la tradición de reunirse para degustarla persiste y, sobre todo, esperan que quien “se saque el monito” cumpla con los tamales el Día de la Candelaria.
Para Claudia, la partida de la Rosca de Reyes es una tradición que no falla cada año en su familia. “Las roscas ya son muy caras, pero en casa tenemos la tradición de comerla con chocolate caliente”, dice, y asegura que todos ayudan para los tamales, aunque no les toque el Niño Dios.
Sarahí, otra de las entrevistadas, dice que las roscas generalmente traen “el niño”, pero ya casi no le meten el anillo o el dedal, como era antes. “En casa nos reunimos el (día) seis y todos partimos la rosca”, relata. Para el Día de la Candelaria, “comemos tamales u otra comida que se prefiera…”.
En casa de Rosa, las cosas son diferentes pues a lo largo de los años la tradición de la Rosca de Reyes se ha perdido, porque cada vez cuestan más “y además ya no las preparan como antes”.
Una situación muy diferente se da en casa de Liliana, quien expone que debido a que su familia es practicante de una religión que no es la católica, no tienen para nada la costumbre de consumir la Rosca de Reyes. “En realidad no festejamos nada”, señala.