Nadie debe sentirse olvidado, ni los pobres o migrantes, niños o ancianos, ni los pueblos originarios, tampoco los que están buscando un trabajo, ni los encarcelados o los más frágiles, pues todos deben sentirse amados y valorados por su propia dignidad.
Así lo expresó el arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jesús Carlos Cabero Romero, al emitir su mensaje navideño donde hace un llamado a la sociedad en general a vivir en estas fechas el amor que trae consigo la Navidad, pues destacó que éste es el momento indicado para descubrir a Dios.
“Les invito a contemplar el Misterio de Amor que nos trae la Navidad y a ponernos ante el pesebre de Belén, donde yace el Hijo de Dios hecho hombre; dejemos que el amor de Dios nos impregne hasta lo más íntimo y toque el vacío, obscuridad y desamor que llevamos desde hace tiempo en nuestra manera de pensar, juzgar y actuar”, comentó.
Recordó que, en palabras del papa Francisco, sentir el sufrimiento de los demás en nuestro corazón no es suficiente, sino que al percatarnos del padecimiento de los otros nos exige tener un compromiso y una cadena de ayuda y generosidad para con los nuestros; pues al pasar desapercibidos, ignoramos los hechos que se añaden a otros números problemas que ya existen, y que tampoco hacemos nada por solucionarlos.
Así mismo, dijo que nuestra realidad nos compromete a tener una cultura de encuentro, defensa y promoción de la dignidad, para así todos juntos cooperar a tener una sociedad mucho más justa.
“Estos días de Navidad nos invitan a acoger a Dios que se acerca a nosotros, que desea estar con nosotros y compartir su vida. El Niño-Dios ha venido para iluminarnos y para que tengamos y hagamos nuestro ese amor que nos falta y tengamos vida y llevemos vida”, añadió.