Solemne Concelebración Eucarística en honor a San Luis Rey de Francia

• “Fue un gobernante sembrador de paz y justicia”
• La emotiva Misa fue presidida por Mons. Cavazos Arizpe

San Luis IX Rey de Francia durante su gobierno procuró la paz, él fue artífice de la paz, o artesano de la paz, fue un hombre justo y sabio, fue padre de su pueblo y sembrador de paz y de justicia, demostró el amor de Dios con toda persona, y practicó el Evangelio cada día de su vida. En su gobierno nadie le fue ajeno, marginado, discriminado o desconocido para él, porque procuró el bien común, nunca desatendió las peticiones de su pueblo, gobernó para el servicio de la sociedad con suma sabiduría y pronta justicia, por lo que sin duda es un ejemplo a seguir para cada uno de nosotros que podemos imitarlo en lo personal, familiar, laboral, y desde luego en lo social.

Sus virtudes son muchas, pero una de ellas, es la fe en Dios, pero me refiero no sólo a fe espiritual, sino a la fe puesta en práctica, a la fe bien vivida como virtud teologal que nos hace dar frutos abundantes de santificación y por ende de salvación; fue un practicante del Evangelio de Dios, de las obras de misericordia, incluso auxiliaba, protegía, les daba techo y comía con los leprosos, a quienes llegó a sentar en su mesa; es el Rey de la Caridad, sin duda alguna, porque vivió el Evangelio en plenitud.

San Luis IX Rey de Francia, puso sus virtudes, dones, carismas y cualidades al servicio de Dios y de su Pueblo Santo, nada se guardó para sí, sino que se entregó de lleno al Señor, su ideal fue: “Hacer el bien buscando en todo la felicidad de los demás. También fue un ejemplo como padre de familia, y en su testamento espiritual le escribió a su hijo: “Hijo, prefiero verte muerto que en desgracia de Dios por el pecado mortal”.

Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien presidió la solemne concelebración Eucarística en la S.I. Catedral en honor a San Luis Rey de Francia, Patrono de la Ciudad, del Estado, de la Arquidiócesis Potosina, pidiendo por nuestros gobernantes y por la sociedad en general para que amemos e imitemos las virtudes de nuestro Santo Patrono y lo celebremos con profundo gozo espiritual.

San Luis Rey de Francia, perteneció a la Orden Fundada por San Francisco de Asís, solía entregarse a la mortificación los días Viernes y se hacía azotar la espalda con cadenillas de hierro.

Reuniendo al presbiterio potosino, el jerarca católico exhortó a vivir la alegría del Evangelio y a ser artesanos o artífices de la paz, viviendo el amor de Dios, que nos pide amar al prójimo como a sí mismo, a respetarlo, a ayudarlo, a perdonarlo y a hacer el bien a los demás, a nunca perder las virtudes teologales, como son la fe, la esperanza y la caridad, sin olvidarlos de practicar las virtudes cardinales de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, para así imitar a San Luis Rey de Francia, quien fue un rey católico destacado por un estilo de vida en el cual renuncia a las comodidades y a los lujos materiales y procura moderar las pasiones del espíritu.

San Luis Rey logró rescatar en tiempos muy adversos de la historia, la corona de espinas de nuestro Señor Jesucristo, (la que porta en sus manos en su iconografía religiosa) también rescató una porción del santo madero de la cruz y el hierro de la lanza con que fue atravesado el costado del Hijo de Dios.

Nuestro Santo Patrono también luchó contra las personas que niegan a Dios, protegió las Iglesias y a los Sacerdotes, desparece todo lo que se opone a la fe, para lo que implanta la Congregación del Santo Oficio, favoreciendo con sus leyes y decisiones. Personalmente da un ejemplo de su profunda piedad y devoción ante su pueblo en las fiestas y ceremonias religiosas. Construye en su propio palacio, una esplendorosa capilla que de entonces tomó el nombre de “Capilla Santa”, a la que fue adornando después, con una serie de valiosas reliquias.

SE PIDIÓ POR LA SALUD FÍSICA Y ESPIRITUAL DE MONS. LUIS MORALES REYES

Cabe señalar que en esta solemne concelebración Eucarística se pidió por el Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, Monseñor Luis Morales Reyes, con motivo de su onomástico, pues su Santo Patrono es San Luis Rey de Francia. También se hizo una oración especialmente para pedir a Dios le conceda su pronta recuperación y si su salud física y espiritual, si esa es su voluntad.

La Iglesia Católica Potosina recordó con profundo cariño, admiración y sumo respeto, a Monseñor Luis Morales Reyes y le agradece todo el bien hecho a nuestra querida Arquidiócesis de San Luis Potosí en este día de su santo. Monseñor Cavazos Arizpe pidió aplausos de gratitud para él al inicio de la celebración Eucarística, al cual ofreció por su salud, y exhortó a los fieles a encomendarlo al Señor y ponerlo en sus manos.