Desde hace más de 75 años, Leobardo Flores, un hombre de 87 años, se dedica a trabajar el ixtle, un oficio que aprendió de su padre y que le permite al día de hoy, seguir elaborando productos como reatas de lazar, tendederos, escobetillas y estropajos.
De acuerdo a sus palabras, el trabajo que realiza, es una tradición que poco a poco está muriendo, pues los jóvenes ya no se interesan en trabajar este material, en parte, porque a la gente ya no le interesa comprar, pues prefieren otros materiales, sin embargo dice, no se pueden comparar en calidad, pues lo hecho con ixtle, es mucho más duradero.
“Yo me he dedicado toda la vida a trabajar con ixtle, desde que tenia como 12 años, que me iba q cuidar animales al cerro, me llevaba mi navaja y cortaba las palmas, la empezaba a peinar, fue mi papá quien me enseñó a trabajarlo y luego se convirtió en mi trabajo, que hoy ya no es igual, por la edad y porque la gente ya no compra tanto” dijo en entrevista para El Sol de San Luis.
En donde mencionó que actualmente, si bien ofrece sus productos, mucha gente llega a buscarlo a su casa, en la colonia 21 de Marzo, en Soledad de Graciano Sánchez, para pedirle cosas sencillas, como tendederos, que ofrece en 25 pesos, al igual que las escobetilmas o estropajos.
El también amante de la charreria, también lo buscan para pedirles reatas de lazar, un trabajo más especializado, pues no es sencillo, ya que se requiere por lo menos un día de elaboración que puede cobrar desde 300 hasta 500 pesos, aunque son los menos, debido al trabajo que conlleva, pues las más sencillas, requieren al menos un día para su elaboración, dependiendo de lo difícil que sea elaborarla, pero pues son pocos que pagan lo que es, es un garbanzo de a libra” dijo Leobardo Flores.
Quien dijo que seguirá trabajando hasta que la edad y las fuerzas se lo permitan, pues lo que bien se aprende nunca se olvida, menos algo que le apasiona tanto como su trabajo.