La directora de Ecología del municipio, Jazmín Johana Luna Barrios, explicó el procedimiento que se sigue para la tala de árboles que ya no tienen vida o presentan plagas que los hacen un riesgo para la comunidad. Este proceso, detalló, se lleva a cabo en conjunto con el departamento de Parques y Jardines, que recibe los reportes de árboles sin vida o en mal estado. Una vez registrado un caso, el personal de Parques y Jardines notifica al Departamento de Ecología, que se encarga de valorar la condición del árbol y determina si es factible su retiro.
La tala de árboles se realiza únicamente tras una evaluación y un dictamen formal de Ecología, que establece si el árbol representa un riesgo o no. “El Departamento de Ecología sigue una reglamentación en la cual no todos los árboles son factibles de ser talados; evaluamos sus condiciones y posibles afectaciones a la población antes de aprobar cualquier tala,” afirmó Luna Barrios.
Luna Barrios señaló que los reportes exactos de recolección de troncos, ramas y maleza son gestionados por Servicios Municipales. Sin embargo, enfatizó que la tala solo se realiza cuando el árbol está sin vida o es un riesgo.
Según la directora, los árboles talados suelen ser desechados si su estado es irrecuperable y explicó que la tala de árboles sin vida es parte de una recolección ordinaria que se realiza conforme a los reportes recibidos, sin que exista un operativo especial en curso.
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Sanciones y compensación ecológica
La funcionaria añadió que la tala ilegal de árboles está sujeta a sanciones económicas o en especie, que pueden implicar la reposición de árboles en mayor cantidad. Dependiendo de la especie y la edad del árbol talado, el infractor podría tener que plantar hasta cinco árboles de tamaño adecuado como compensación.