Soledad de Graciano Sánchez.- El conjunto parroquial de Nuestra Señora de la Soledad, es la zona monumental más importante del municipio y parte primordial de la identidad de los soledenses, que contrasta con las edificaciones del primer cuadro de la ciudad. Un lugar digno de visitar.
Inició su construcción en 1812 de estilo Neoclásico en un lugar de tránsito hacia las minas de Cerro de San Pedro; en 1951 se consideró monumento nacional, se trata de la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad.
Tiene dos fiestas patronales, la primera se celebra en honor a la Virgen de la Soledad cada 15 de septiembre y la más próxima este 02 de abril dedicada al Señor del Refugio.
De acuerdo a la información recabada, el recinto religioso inició como una ermita, es decir, un lugar de oración y recogimiento espiritual dedicado a la Virgen de la Soledad y en ese entonces la persona que cuidaba el espacio recibió una imagen de un ‘cristo crucificado’, la que ofreció al culto, bajo la advocación de Nuestro Señor del Refugio.
La iglesia hecha de cantera con toques urbanísticos europeo, cuenta con tres capillas que forman un juego de campanarios, que no existe en algún otro sitio.
Por ello, de acuerdo al archivo histórico del municipio, el recinto religioso está muy ligado a la fundación del municipio, ya que donde se ubica actualmente que es el corazón de Soledad y paso obligado de los trabajadores a las minas de Cerro de San Pedro.
Por otro lado 44 años después de su construcción, este templo fue dedicado y bendecido el 06 de abril de 1856 por el primer obispo potosino, Pedro Barajas.
Conjunto parroquial de Nuestra Señora de la Soledad.
Se completa de la capilla Primitiva de Guadalupe y Templo de la Soledad. En ambas capillas no se venera a ningún santo en particular, por lo que tanto no celebran una fiesta patronal o fecha especial.
En cuanto a la capilla primera en mención; ya antes de su fundación, Soledad contaba con una ermita (1767), pero fue demolida para iniciar la actual capilla en 1772, de dos torres, dedicándola a Nuestra Señora de Guadalupe, llamándola después, El Santuario, fue construida con adobe y puede considerarse como barroco popular.
La fachada presenta elementos decorativos sencillos, que es sumamente original, pues tratándose de una construcción de adobe presenta reminiscencias románticas como la serie de arquillos que se encuentran sobre la fachada y la disposición especial de las torres que miden 2.50 metros de diámetro.
Actualmente funge como el oratorio particular de las religiosas encargadas del Colegio Presidente Kennedy y se encuentra en perfecto estado.
El segundo Templo de la Soledad, compone el complejo arquitectónico parroquial, se reedificó de 1875 a 1881 con características decimonónicas, actualmente funge como capilla de adoración perpetua.
Algo que aún se conserva con los detalles de herrería de su ventana, que mira hacia el poniente, presenta detalles de la pasión de Cristo,
La ventana ubicada sobre el acceso está enmarcada en cantera con ornamentos en relieve, característica de la época del Porfiriato, en enrejado sostiene ornamentos que simbolizan la pasión de Cristo.
Además de las celebraciones religiosas, durante algunas fechas importantes para la iglesia, al interior del templo servía para mostrar imágenes religiosas, a manera de museo vivo.
Testimonios:
Por su parte, algunos de los soledenses entrevistados sobre su fe en algunos de los santos que se veneran en la Parroquia principal, la señora María del Rosario compartió que siempre ha sido devota de El Señor del Refugio, desde niña sus padres le inculcaron su fe hacia dicho santo.
“Peticiones son siempre y agradecimientos más que nada, la petición siempre es venir y pedir por la familia, la situación que estamos viviendo, refugiarnos en sus brazos, en Él, en su presencia”, señaló.
Mientras que Lucina Ríos Ortiz, dijo que “desde pequeña, desde chiquilla es confiado en la virgen (de la Soledad) me ha dado mucha salud, ella es la única, mi madre me inculcó creer en ella, y todos en la familia”, expresó.
En tanto que Paulina Mendoza Delgado, compartió de igual manera, que fue su madre quien le compartió su fe hacia la virgen de la Soledad, “ya son muchos años, desde que yo tengo uso de razón, me ha ayudado mucho en el alivio de mis piernas porque me duelen mucho, y sí he sentido un poco más recobro”, indicó.
De esta manera, los fieles católicos soledenses muestran su fervor y acuden a este templo representativo y atractivo turístico, ubicado además a un lado del Jardín Hidalgo, mejor conocido como “plaza principal”, primordial punto de reunión de los habitantes.