San Luis Potosí.- Su negocio por 20 años, un puesto de ‘gorditas’ en la avenida Salk, lo cerró al inicio de la contingencia sanitaria, a finales del mes de marzo, quedándose sin ingresos, sin que hasta el momento sea beneficiaria tampoco de algún apoyo, al menos, una despensa.
Como se esperaba, pequeños negocios como el de la señora Antonia no resistieron a la crisis por coronavirus, perdió sus ventas, clientes y la posibilidad hasta el momento, de reabrir su negocio.
Vecina de la colonia Las Pilitas, compartió durante los últimos dos meses había sobrevivido de los ahorros que tenía, precisamente de la venta de las ‘gorditas’, pero ya se acabaron y ahora solo está pidiendo una despensa.
“Está muy difícil la situación, la gente está desesperada porque no tienen trabajo, ni qué comer en sus casas, hay enfermos que no tienen para su medicamento, esta situación es de mis vecinos y la mía propia”, comentó.
Antonia fue una de los ciudadanos de se manifestaron el pasado jueves en el Distribuidor Vial, sin alterar el tránsito vehicular, solo llamar la atención del gobierno municipal capitalino, para que en su colonia se lleven las despensas.
“Andamos buscando apoyo, la verdad tenia mis ahorritos, ya se terminaron, andamos buscando despensas, no hay respuesta del gobierno, y aquí estamos porque no nos dan respuesta, ni sí, ni no, como si no existiéramos, como si tuviéramos qué comer en nuestras casas”, lamentó.
Añadió que era la principal proveedora en su hogar, ya que su esposo ya no puede trabajar, “está lastimado de su cuerpo, entonces, yo tengo que buscar la forma de ayudarlo, cuando él pudo, ahí estuvo y ahora me tocaba a mi hacerle frente a los gastos, aunque igual me echaba la mano, pero ya no es lo mismo y ahora menos que ya no tenemos nuestro negocio”, puntualizó.
Ante esta situación, ciudadanos como ella, se volverán a manifestar frente en algún punto de la ciudad, como lo han venido haciendo en los últimos días, pidiendo apoyo en despensa para poder acatar las recomendaciones relacionadas a la contingencia por el Covid-19 esto debido a que el principal sostén de su familias era el comercio de alimentos.
La señora Antonio se regresó a su domicilio sin respuesta, sin despensa y con la esperanza de haber ‘si un día de estos’ las despensas llegan, sin tener ella que exigir una.