Con más de 12 años de que se inició con el proyecto y casi 5 años de que arrancó con su construcción, la planta tratadora de aguas residuales de El Morro, ubicada en Soledad de Graciano Sánchez, continúa sin funcionar y para comenzar a trabajar, requiere una inversión estimada en 150 millones de pesos, destinados a obras complementarias.
Se trata de una historia que comenzó en agosto del 2009, cuando se firmó un contrato de prestación de servicios, entre la Comisión Nacional del Agua y la empresa Eco Agua de San Luis, S.A. De C.V., para la construcción de esta planta, bajo un esquema de inversión parcial recuperable, con una vigencia de 20 año, 2 de ellos de construcción y el resto de operación.
Sin embargo fue hasta abril del 2016, cuando con una inversión inicial estimada en 450 millones de pesos, se arrancó con la construcción de esta planta, la cual incluye 25 kilómetros de colectores destinados a la red de captación y prometiendo generar 750 litros de agua tratada por segundo, la cual estaría lista en 24 meses.
Actualmente la planta está concluida, de acuerdo a la información que fue proporcionada por la Comisión Estatal del Agua y que se pudo corroborar en un recorrido realizado por El Sol de San Luis, sin embargo, no se permitió el acceso a las instalaciones, debido a que según los guardias, la CEA debe dar autorización y de acuerdo a la CEA, es la empresa encargada de la obra, quien da la autorización de ingreso.
Sin embargo para que pueda entrar en funcionamiento, de acuerdo a información del área de comunicación social de la Comisión Estatal del Agua, es necesario de una inversión que se estima está cerca de los 150 millones de pesos, los cuales deben ser destinados para obras complementarias, necesarias para echar a andar este proyecto.
Se trata de un proyecto que cuenta con un sistema de riego agrícola, suficiente para abastecer mil hectáreas con agua de reúso para riego agrícola, el cual todavía en febrero del año pasado, fue presumido en redes sociales del gobierno estatal, argumentando que ampliaría la capacidad de tratamiento de aguas residuales, aún cuando no operaba la planta.