La pirografia es un arte que permite retratar el alma de la gente, porque evoca recuerdos, transporta a diferentes momentos de la vida de las personas y los hace revivir, asegura Ignacio Cervantes, artesano soledense que tiene mas de 45 años dedicándose a esta actividad y cuyas obras, han llegado a diferentes partes del mundo, como Suiza y Estados Unidos.
Es una actividad que aprendió en 1976 en Santa María del Río, gracias al profesor Aarón Díaz Salomón y que sigue realizando en su casa, convertida en taller, ya que además le sirve como relajante, aunque gracias a la pandemia, se ha permitido dedicarle mas tiempo.
“En la pirografia se mete uno a retratar el alma, porque la gente la ve y la gente dice: ¡ah me imagino ahí de niño, eso ya no existe!, sin duda, nos evoca esos buenos recuerdos, además se puede decir que es una artesanía de Soledad, porque yo soy de aquí y pues aquí las puedo vender” indicó el artesano.
Que al referirse a su trabajo, explicó que sus grabados los realiza en rodajas de mezquite o en madera de pino, además de pieles de res o cabra, con los que realiza artículos que van desde bancos, hieleras de madera, hasta perchas, monturas para rifles, para armas, nomenclaturas para casas e incluso cuadros, como uno que esta en una oficina, en donde se pueden apreciar tres de las iglesias, así como paisajes urbanos.
“Con la pirografia pude hacer varios artículos, por ejemplo una persona me pidió 10 bancos, que se llevó a Estados Unidos, he hecho perchas, monturas para rifles, armas, normalmente son regalos, unos compañeros de Suiza se llevaron una percha y me mandaron la foto donde la tenían ya en un chalet, otra persona en Los Ángeles, se llevó una ornamenta, entre otras cosas”.
En cuanto al costo, Ignacio Cervantes dijo que varia, dependiendo del trabajo y del material que se utilice, ya que por ejemplo para los bancos que venden y que pueden tener un costo de hasta 500 pesos, pues por ejemplo usa hierro forjado, que trabaja un herrero también del municipio.