En la colonia Hogares Ferrocarrileros de Soledad de Graciano Sánchez , un pequeño ser de cuatro patas ha cautivado los corazones de los habitantes de la Plaza Zihuarem.
Su nombre es “Pardo Bebé”, y aunque no tiene dueño específico, se ha convertido en un miembro querido de la comunidad.
Sin embargo, la vida de Pardo Bebé no ha sido fácil. A pesar de su amabilidad y naturaleza juguetona, ha sido víctima de la falta de empatía y crueldad humana.
Los vecinos han denunciado que una de las residentes de la zona lo maltrata físicamente y ha entrenado a sus propios perros para atacarlo.
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La situación ha generado preocupación entre los habitantes, quienes han hecho un llamado a la Dirección de Ecología Municipal y a las asociaciones civiles rescatistas de animales.
Su objetivo es encontrar un hogar digno y amoroso para Pardo Bebé, donde pueda vivir sin temor y recibir el cariño que merece.
“Es un buen perro, tranquilo y sociable. Aquí ya no es seguro para él debido a los constantes ataques de la vecina y su perro agresivo. Necesitamos urgentemente que esta situación se resuelva”.
Actualmente, la Plaza Zihuarem es el refugio de Pardo Bebé. Allí, no solo ha ganado amigos entre los habitantes, sino también entre los jóvenes de la secundaria técnica 31, quienes lo saludan y lo consideran parte esencial de su entorno.
“Ojalá encuentren un hogar para Pardo. Es un buen perro y merece lo mejor”, señalan.
Los ataques y el maltrato del que ha sido víctima este perrito, ha sido documentado a través de videos y fotografías, por lo que los habitantes aseguran que estarán atentos y que en caso de encontrar un adoptante, seguirán el protocolo necesario para asegurar que quedará en buenas manos.
“Nos duele que Pardo sea víctima de una persona poco empática, que a pesar de tener una mascota, decida maltratarlo. Estamos seguros que encontrará un buen hogar”.
Los habitantes señalaron que esperan que esta denuncia ciudadana refleje adecuadamente la situación de Pardo Bebé y ayude a crear conciencia sobre la importancia de tratar a los animales con respeto y compasión.
“Un adoptante ideal es alguien que vea más allá de la apariencia y esté dispuesto a darle una segunda oportunidad a un ser vivo necesitado. Pardo Bebé merece un hogar lleno de amor y cuidados, y encontrar a la persona adecuada marcará la diferencia en su vida”.