Disminución en las ventas hasta de un 50 por ciento, esfuerzos para no despedir a sus empleados, innovar con nuevas formas de venta y ahora incrementos en sus principales insumos, como son el huevo y la harina, que se han tenido que reflejar en el costo del producto final, para no bajar la calidad del producto, son algunos de los obstáculos que ha enfrentado la panadería La Soledad, que tiene abiertas sus puertas desde hace 35 años.
Se trata de un negocio ubicado en la calle Juárez, en la cabecera de Soledad de Graciano Sánchez, el cual ha pasado de generación en generación, hoy es atendida por Kevin Barbosa, un joven que dice que el negocio fue iniciado por su abuelo, luego pasó a manos de su tío y su padre, el que actualmente, como nieto, es quien está atendiendo el negocio, que a diferencia de otros, ha logrado sobrevivir, pues hay panaderías a una cuadra, que ya cerraron.
Indicando que dejaron de vender hasta el 50 por ciento durante la etapa más fuerte de la pandemia, reduciéndose en mucho la ganancia, porque no descansaron a ningún trabajador, porque algunos tienen muchos años y sus familias dependen de la panadería, reconociendo que medidas como el cerrar a las 6 de la tarde, les afectó mucho, además que el producto no se vendía.
“La panadería es un negocio que sigue aquí, ahora sigue nadando contra corriente, sobre todo con la pandemia, disminuyeron nuestras ventas hasta en un 50 por ciento, nos la vimos complicada, más por el horario, que cerrábamos por las 6, a nosotros nos ayudan los lonches para los niños, para la zona industrial, todo se vino para abajo, pero nos mantuvimos a flote” dijo Kevin Barbosa.
Que señaló que además del tema de la pandemia, durante los últimos meses, se han tenido que enfrentar a incrementos en los insumos, como el huevo y la harina, lo que ha generado que el producto se tenga que incrementar y es que el mantenerlo al mismo costo, significaría bajar la calidad, algo que no se pueden permitir.
En lo que se refiere a cómo enfrentaron la crisis, comerciante dijo que se vieron en la necesidad de innovar y buscar nuevas formas de vender, asegurando que las redes sociales como Facebook fueron claves, pues si bien les ofrecieron servicios de venta a domicilio, no fue viable por la naturaleza del servicio, por lo que comenzaron a ellos mismos llevar el pan a las casas, alcanzando otros lugares más allá de Soledad, pues llegaron a colonias como Villa Magna o Balcones, entre otros.
De la recuperación de las ventas, dijo que si bien se han incrementado, aún no se alcanza el nivel que se tenía antes de la pandemia, pues aunque poco a poco se han ido retomando actividades, como el regreso a clases, aun están de manera híbrida o van solo algunas horas, aún no se regulariza “Aún no se acaba la pandemia, pero ya vemos por fin, la luz al final del túnel” finalizó Kevin Barbosa.