La conversión moral es de toda la vida, no de sexenios: Arzobispo

Autoridades eclesiásticas de la zona Bajío se reunieron en León, para conocer la "cartilla moral"

Paula Montero Becerril

  · jueves 27 de junio de 2019

La conversión moral es de toda la vida, no es de sexenios, declaró el Arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero López, tras dar a conocer que asistió a una reunión en León, Guanajuato, donde estuvieron autoridades eclesiásticas de la zona Bajío para darles a conocer la ´cartilla moral´ con la que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador busca rescatar los principios éticos y morales.

Detalló que se realizaron mesas de trabajo en las que se les presentó la nueva estrategia de trabajo del Gobierno Federal, sin embargo, Monseñor discrepó de la forma en la que llevarán a cabo esta labor, pues aseguró que no es lo mismo tratar con los mexicanos radicados en el centro del país, norte, el sur o incluso, la ciudad de México.

Nos manejos por diferentes usos y costumbres, y la cuestión de la fe la proponen para todos, cuando yo diría que depende la región se vive de diferente manera, fundamentada en el evangelio, sí, pero no todo el que me diga Señor, entrará en los cielos.

En ese sentido, el Arzobispo destacó que para lograr la conversión de valores, se tiene que poner el ejemplo con la práctica, es decir, precisó, estarán promoviendo una conversión que debe ocurrir a lo largo de la vida, no de un sexenio a otro.

Asimismo, recordó que los principios que deben regular este cambio, son los principios naturales que todo hombre, si es honesto consigo mismo, debe profesar, como lo es amor a Dios y amor al prójimo, y de ahí desprender todas las exigencias particulares a cada caso.

Monseñor dijo que el Gobierno Federal emprenderá ésta tarea, pero que lo crean los demás, ese será el problema, y quienes estén llamado a promover valores trascendentales como la fe, tienen que testimoniarlos con la vida, “y tienen que empeñar toda la vida, no el sexenio”, aclaró.

Al final, dijo que cada cual hará su parte, y la que le toca a la Iglesia Católica, es seguir trabajando por ese bienestar que ya desde hace mucho tiempo realizan, de tener un cambio y no puede haber un cambio interior si no lo hay con Dios, “y así nuestros políticos, sino llevan un código bien estructurado y fundamentado en el amor a Dios y el prójimo, no habrá conversión”, concluyó.

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