Hombres de Soledad de Graciano Sánchez se animan más a denunciar el ser víctimas de violencia por parte de sus parejas.
Un hecho que en otros años, hubiera sido imposible debido a los estigmas que los hacen sentirse avergonzados, renuentes a que la autoridad les crea y a una negación constante del problema.
Así lo señaló Miriam Castillo Moreno, encargada de la Unidad Especializada de la Policía para la Atención de la Violencia Familiar y de Género (UAVI), en su sede en Soledad de Graciano Sánchez, en donde dijo que la mayoría de estas denuncias se han originado por presencia de golpes en la relación, violencia económica, psicológica y hasta violencia vicaria, en donde utilizan a los hijos para dañarlos emocionalmente.
Remarcó que si bien, las mujeres siguen siendo objeto de grandes violencias de género, hoy día más hombres se atreven hablar sobre maltrato y se animan a buscar ayuda para atender el daño psicológico e incluso, han interpuesto denuncias formales para que los hijos de esa relación, no se vean aún más afectados por los estragos de la violencia familiar.
“Han llegado auxilios muchos hombres, para pedir apoyo porque también tienen la curiosidad de cómo ayudar a sus hijos menores , quienes junto con ellos sufren un cierto tipo de violencia por parte de sus ex parejas, en donde el tipo de violencia que enfrentan van desde la agresión física y psicológica”.
Detalló además que lo que le preocupa más a la UAVI, es que estas violencias trasciendan y que los menores de edad se vean inmersos en una espiral de agresiones, en donde las madres o padres los utilicen para dañase mutuamente.
Remarcó que en lo que va del mes de noviembre del año pasado a febrero de este 2024, han podido formalizar 4 denuncias de hombres víctimas de violencia familiar, en donde las autoridades de justicia determinaron otorgarles la custodia de sus hijos, debido a la gravedad de las agresiones que ejercían sus parejas y ex parejas sobre ellos.
Por último Castillo Moreno exhortó a los hombres a denunciar cualquier acto de violencia, ya que está se puede configurar de diversas formas y en diferentes espacios, obligándolos a silenciarse ya que los roles de género, también los han obligado a cumplir con un mandato de masculinidad y hombría, que les ha enseñado a aguantar agresiones.
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