Caracterizados como Aladino, Alicia en el País de las Maravillas, El rey León, Hércules, Blanca Nieves, Cenicienta, La Sirenita, entre otros personajes, trabajadores del Ayuntamiento engalanaron el desfile con el que concluyeron las actividades carnavalescas de este año.
Los carnavales son una tradición llenar de color y ritmo, y que ha cautivado a soledenses como una nueva novedad que se va haciendo más grande en el municipio y que año con año se lleva a cabo, una combinación de luces, música y colores.
Esta antigua tradición es un desfile que se celebra en diferentes partes del mundo y en diferentes formas, a nivel local se lo dedicaron al ‘fabuloso mundo de la literatura infantil’, siendo una celebración en donde los participantes portaron espectaculares disfraces llenos de plumas y colores, así como máscaras adornadas de la misma manera.
Durante este desfile que inició en la calle prolongación Porfirio Díaz, frente a la entrada del fraccionamiento Santa Lucía, también se observó a Caperucita Roja, Pinocho, El Mago de Oz, El Principito, El Señor de los Anillos, Sherck, Peter Pan y hasta Harry Potter.
Todos lucieron una verdadera obra de arte que imitó las formas de animales fantásticos y las princesas más encantadoras con trajes de colores brillantes revestidos de cascabeles y lentejuelas.
El contingente conformado por 30 compasas y poco más de 200 participantes, avanzó a lo largo de 12 kilómetros, pasando por las colonias Morelos II, San José del Barro, Villas de San Lorenzo, Lomas de San Felipe, San Felipe, Los Fresnos, Rancho Pavón, terminando en la zona Centro.
Las casi cuatro horas de desfile se tradujeron en un espectáculo de música y fantasía, demostrando así la cantera que tienen las comparsas soledenses para realizar este tipo de eventos.
Y es que, en cada una de las comparsas no faltó la música para animar el ambiente, lo mismo los elaborados tocados que muchos lucieron, a la vez que realizaban una que otra coreografía.
Esta fiesta de derroche de alegría concluyó en la Plaza Principal, en donde se colocaron gradas para que las personas que ahí ya estaban congregadas, pudiera observar los carros alegóricos para ofrecer a los asistentes un espectáculo inolvidable.