Soledad de Graciano Sánchez.- El pasado 21 de junio, el sacerdote José de Jesús López Castillo, conocido como el "Padre Kino", cumplió 25 años de vida sacerdotal, y feligreses de Nuestra Señora de la Soledad, convocaron a una celebración eucarística en su honor.
En un espíritu de fiesta por sus bodas de plata sacerdotales, actualmente es párroco del templo Nuestro Señor de Burgos en el Saucito, sin embargo la comunidad local le festejó con una misa de acción de gracias, acompañado por sus familiares.
Durante la homilía estuvo el párroco local, quien agradeció el caminar de su homólogo, José de Jesús, durante estos 25 años de su vida en el sacerdocio, "era una deuda de gratitud por el tiempo que estuvo en esta comunidad, no podía pasar desapercibido", expresó.
Para saber…
Nativo del Barrio de San Miguelito, el sacerdote ahí creció durante su infancia y adolescencia; le sobrevive su madre y tiene cuatro hermanas y un hermano, y tío abuelo de varios nietos de sus consanguíneos.
El padre Kino, ingresó al seminario a los 17 años, una vez que concluyó la preparatoria; el primer año llamado “curso introductorio” lo hizo en la Diócesis de Celaya junto al grupo que pertenecía.
Regresando a San Luis Potosí, cursó tres años de Filosofía y un año de servicio magisterial y cuatro años de Teología en el Seminario Mayor de San Luis Potosí.
Posteriormente estuvo durante cinco años en la Basílica de Guadalupe; dos años estudió en Roma, Italia; a su regreso formó parte del equipo Formador del Seminario, y siete años en la catequesis diocesana y como director de la Escuela de Teología.
Fue responsable del Niño del Desagravio, estuvo un año de vicario en Soledad, en el Saucito y Santiago, tiempo durante el cual estudió la Licenciatura en Sicología en la Universidad del Valle de México (UVM), durante uno año también estuvo en Pastoral Familiar
La primera parroquia que asumió como párroco, fue Nuestra Señora de la Soledad, donde duró 3 años, 10 meses, y actualmente se desempeña en el mismo cargo, en el templo de la colonia Saucito.
Como anécdota, compartió que en su estadía en Roma, en un principio llegó muy contento, pero estando allá se le dificulta el idioma, “en lugar de hablar italiano, nosotros hablamos el italoño, me ayudó mucho ayudar en una parroquia y me exigió hablarlo, pero de repente si decía disparates, pero fue una bonita experiencia, hospedados en el Colegio Mexicano, con compañeros de todo México”.
Cuando estuvo en la parroquia de este municipio, hizo algunas mejoras y emprendió proyectos, ahora en el Saucito, dijo, “en todos los lugares que he mencionado, hemos dejado algo, acá en el Saucito, a ser una lugar de más peregrinación, deseamos tener instalaciones dignas para los fieles, tengo en mente arreglar esta zona de la notaría que se requiere", concluyó.