Entre 60 y 70 ladrilleras con nombre y domicilio se ubican dentro de los límites del municipio de Soledad, de las cuales se está analizando cuáles requieren reubicación y seguimiento de control de gases contaminantes, informó el secretario general Raymundo González Jiménez.
La producción de ladrillos es una actividad que desde hace años brinda empleo a miles de familias soledenses, sin embargo, también es una fábrica de contaminación que afecta al medio ambiente y nos todas están mal ubicadas, indicó el funcionario, “No necesariamente la reubicación garantiza una menor contaminación lo que realmente garantiza es el tipo de material que utilizan para quemar ladrillo, por lo que la intención es tratar de reubicarlas en una sola área, la misma que pudiera ser lo menos contaminante para el municipio y previo consentimiento, ya que la reubicación no garantiza que no se vaya a contaminar”.
Por lo pronto dijo que por petición de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) se instaló una Unidad de Verificación Ambiental, “hasta el momento desconocemos la calidad del aire, y a la par estamos trabajando con el padrón para llevar pláticas orientadas a las personas que se dedican a esta actividad para concientizar sobre el tipo de material que puedan utilizar”, explicó.
Del mismo modo dijo está en elaboración un estudio-diagnóstico para ver cuántas personas, en qué condicione, qué material y de dónde lo sacan para realizar los ladrillo, “sabremos también cuántas son sus quemas y ver realmente si hay necesidad de reubicarlos”, insistió.
González Jiménez agregó que teniendo dichos elementos, se hará entrega de licencias de funcionamiento, “porque es otro aspecto importante que nosotros estamos regulando no con el tema recaudatorio simplemente con el tema de un mejor control de en cuanto la emisión de gases contaminantes”, concluyó indicando que en los próximos meses estarán dando a conocer los resultados de ese diagnóstico.