El 2 de febrero era una fecha esperada por muchos para comer tamales, tomar ponche o un atole, en las llamadas “levantadas” esa fiesta que las familias organizaban para el Niño Dios, una tradición que hoy en día se está acabando, pues ya los jóvenes no las siguen, por favores como la economía aseguró Felicitas Alamilla.
Ella es una madre de familia dedicada a la venta de diversos artículos, entre ellos ropa de Niño Dios, la cual si bien siguen buscando en esta fecha, sobre todo los adultos mayores, cada día es menos la gente que lo hace, lo que se ve reflejado en una baja en las ventas, que es de casi el 50 por ciento en comparación con otros años.
“Cada vez se vende menos la ropita para el Niño Dios, el festejo por el día de la Candelaria se está perdiendo, sobre todo porque los jóvenes ya no son creyentes o porque hacer una levantada, representa un gasto para ellos y prefieren comprar otras cosas, a eso hay que sumarle que mucha gente ya no se espera hasta el 2 de febrero, sino que levantan sus niños luego luego, hay gente que los acuesta el 25 de diciembre y para el 6 de enero, ya están por quitar su nacimiento” dijo la vendedora.
Que reconoció que hay lugares como Soledad de Graciano Sánchez donde se conservan un poco más las tradiciones en comparación a otros lugares como la capital potosina y es eso lo que le permite seguir vendiendo la ropa, la cual tiene un costo que va de los 50 a los 200 pesos, pues dice, prefiere llevar cosas económicas para que la gente siga comprando
En lo que se refiere al tipo de vestimenta que más vende, Felicitas Alamilla dijo que son los trajes sencillos, por ser más económicos, sin embargo cuando la gente está dispuesta a gastar un poco más, elige aquellos que representan a algún santo o una virgen, como es el caso de San Judas Tadeo o la virgen de San Juan de los Lagos.