Durante más de 38 años, Marco Antonio Llanos camina diariamente kilómetros entre los municipios de Soledad de Graciano Sánchez y San Luis Potosí, con una caja de dulces, que contiene dulces como mazapán, paletas y chicles, entre otros dulces, que le han permitido mantener a su familia e incluso ahorrar para pagar una casa, aunque desafortunadamente, ese dinero se lo robaron.
Y aunque no es fácil reponerse de ese golpe, porque finalmente es dinero ganado con su esfuerzo diario, el ánimo no decae y sigue diariamente recorriendo las calles, en busca de clientes, ofreciendo los productos que le permiten pagar la luz, el agua, los gastos diarios, como la comida.
“Ya tengo 38 años vendiendo en la calle dulces, fue mi papá el que me enseñó desde niño, porque yo le pedía mucho, si no hubiera sido por él, quien sabe que sería de mí, porque si estudie, pero me gustó más esto de recorrer la ciudad con mi cajita, que sigue dando y luego de tantos años, nos permite mantener a la familia” dijo a El Sol de San Luis.
Sobre el tiempo que invierte a la venta de sus dulces Marco Antonio dijo que sabe que si no sale, no tiene ganancias y que tiene que trabajar hasta cinco horas seguidas, a vuelta y vuelta, para que siga saliendo, por lo que se ha impuesto horarios, así que diariamente trabaja de 10 a 1 y de 4 a 6, en Soledad de Graciano Sánchez, que es de donde es originario, para posteriormente irse a la capital, a una tienda por el rumbo de Avenida Muñoz, donde esta de 7 de la tarde a 9 de la noche.
De lo más difícil que le ha toca vivir en su vida, dijo que esta la perdida de la casa que pagó, que incluso tiene recibo, pero que nunca le entregaron escrituras, porque el dueño volvió a vender lo que era un patrimonio con su familia, por lo que ahora está buscando apoyo.
Aunque también recordó que también ha sido víctima de agresiones por el oficio al que se dedica, como fue lo ocurrido durante la pandemia, ya que se estableció afuera de una farmacia, ubicada en el Jardín de Tequisquiapan, donde una mujer agredió a su esposa y a él, con un tubo, por estar vendiendo en ese lugar, sin embargo personal de la farmacia y la policía lo apoyaron, aunque ya no quiso regresar al lugar para no exponerse.
Marco Antonio Llanas reconoce que esta opción de auto empleo, le ha funcionado, aunque dijo que para vivir de esto, hay que ser muy disciplinado, incluso hay que privarse de no gastarse, para poder sacar adelante los gastos y ahorrar, pues no sirve de nada si se va gastando lo ganado al día, indicando que continuará esta actividad, hasta que su salud se lo permita.
El caso de este vendedor de dulces, es solo una muestra de como el autoempleo está sacando adelante a familias completas, que se dedican a otros giros en los que la gente ha buscado una forma de vida, como es la venta de alimentos como gelatinas, frutas, botanas, productos de temporada, como bolis y en cuanto a oficios, están los boleros, a quienes se pueden ver en la plaza principal del municipio.