Luego de casi un año de estar lidiando con malos olores, esquivar aguas negras y ser testigos de constantes accidentes de camiones, coches, motocicletas y hasta bicicletas que caían en un hoyanco generado gracias a un colapso en el drenaje, vecinos de la avenida Libertad en Soledad de Graciano Sánchez por fin son testigos de la reparación de la vialidad.
Nataly del Carmen Alfaro Escalante titular de la Dirección de Infraestructura en el municipio, indicó desde hace un par de semanas se comenzaron los trabajos en la zona, llevando a cabo los trabajos necesarios para asegurar el buen funcionamiento del drenaje y acabar con los problemas que se tenía no solo en la vialidad, sino en casas de la zona.
“En el caso del colapso de drenaje que se tenía en la avenida Libertad ya estamos trabajando para poder dejar la vialidad en buenas condiciones, se trata de una obra que debía atender el Interapas, sin embargo ante la necesidad de atender el caso y atender a la ciudadanía, el ayuntamiento accionó los trabajos con recursos propios, los trabajos los comenzamos hace un par de semanas” dijo la funcionaria.
Que refirió que entre los trabajos que se realizan, está el reemplazo de la tubería en aproximadamente 100 metros lineales, que son aproximadamente dos cuadras, explicando que anteriormente era tubería de asbesto la que estaba colocada y que ya presentaba malas condiciones, lo que ocasionó que presentará la fuga por fisura.
Refiriendo que actualmente, se está utilizando tubería de polietileno de 12 pulgadas, que es más apropiada para la cantidad de agua que pasa por dicha tubería, refiriendo que actualmente ya se están llevando a cabo trabajos de repavimentación en la zona, por lo que en breve quedarán concluidos los trabajos.
El colapso, que comenzó como un pequeño hoyo en el arroyo vehicular, fue reportado en varias ocasiones ante el organismo operador del agua por los vecinos, ya que no solo causaba accidentes, sino que provocaba que las aguas negras salieran por las alcantarillas de algunas de las casas que hay en la zona, afectándolos, no solo en sus casas, sino también en los negocios de comida que algunos tienen y que ante la pestilencia, o podían ni vender.