La llegada de nuevas tecnologías como el internet, que permite acceder a la información de manera más rápida, sumada a la precaria situación económica que enfrentan muchas familias actualmente, ha generado que desde hace algunos años la venta de revistas y otros productos impresos, hayan disminuido sus ventas hasta en un 80 por ciento.
Así lo reconoció Francisco Herrera, un hombre que desde hace más de 35 años tiene su negocio en la plaza principal de Soledad de Graciano Sánchez, quien dice, ante esta baja en las ventas, ha tenido que sacar la creatividad y ofrecer otros productos, aprovechando la ubicación de su negocio.
Por lo que en el estanquillo en el que trabaja, hoy en día se pueden ver otros productos a la venta como son refrescos, dulces, botanas, incluso lapiceros y hasta cubrebocas, para poder sacar lo del día y así sobrevivir, porque ya simplemente no alcanza.
Y es que actualmente es en la mayoría de las ocasiones la gente mayor, esa que se quedó acostumbrada a comprar revistas y periódicos para leer, además de los padres de familia a los que les encargaron alguna tarea en las escuelas, los que consumen estos productos.
“Desgraciadamente la gente ya no compra revistas, puedo decir que las ventas han bajado hasta en un 80 por ciento, por un lado tenemos el problema de que con el internet, lo que antes veías al día siguiente, hoy en unos minutos tienes acceso a esa información, entonces los jóvenes ya no compran revistas, también hay que sumar la situación económica de muchas familias, prefieren gastar en un litro de leche u otros productos para alimentar a sus familias, que en una revista”, dijo en entrevista.
Como ejemplo de esta baja en las ventas, Francisco Herrera se refirió a una reconocida revista de espectáculos, de la cual aseguró vendía hace un par de años hasta 60 a la semana y ahora si le va bien, vende 10, señalando que al igual que este caso hay otros, en los que tiene que regresar el producto, a pesar de que únicamente se queda con una o dos unidades, porque ya la gente definitivamente no las compra.
De la variedad de productos que ofrece, el comerciante también se refirió a otros como son libros, que en algunas ocasiones llaman la atención, pero tampoco de sobre manera, así como los álbum, los cuales aseguró no son negocio, pues únicamente les dan tiempo de dos meses para promover el producto, que luego desaparece, entonces eso hace que la gente desista de comprarlos.
Sobre las pérdidas que registra el negocio, indicó que de manera directa son mínimas, ya que actualmente solo ofrece productos que puede devolver, pues no puede sacrificar las pocas ganancias que obtiene, con revistas que la gente prefiere leer en internet.