La Dirección de Ecología de Soledad de Graciano Sánchez encabezada por Teresa Zúñiga Maldonado, ha redoblado esfuerzos para recolectar pilas usadas y evitar así daños ambientales significativos. En un comunicado reciente, Zúñiga Maldonado destacó la importancia de este programa debido a las limitaciones en la infraestructura para el manejo adecuado de estos residuos peligrosos.
El programa está diseñado para recoger pilas en varios puntos de recolección, como tiendas de conveniencia, donde las baterías son depositadas en contenedores especiales. Estas pilas son luego transportadas a empresas especializadas en su tratamiento, aunque actualmente solo dos compañías en el país cuentan con la capacidad para procesarlas adecuadamente.
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"Estamos batallando porque hay pocas empresas que se dedican a la reconversión o remediación de estos residuos. A pesar de recibir aún muchísimas pilas en la dirección, el tratamiento adecuado requiere infraestructura significativa," explicó Zúñiga Maldonado. "Es vital separar las pilas de los residuos orgánicos e inorgánicos para evitar que contaminen tanto el suelo como los mantos acuíferos."
Las pilas y baterías son consideradas residuos peligrosos debido a los alcaloides que contienen, los cuales pueden contaminar el suelo y el agua, generando lixiviados que se vaporizarían, causando daños ambientales. Zúñiga Maldonado enfatizó la necesidad de disponer correctamente de estos residuos para minimizar su impacto.
La recolección es variada: algunas empresas pueden entregar entre 10 a 15 kilos de pilas de manera esporádica. Esto incluye no solo pilas comunes, sino también baterías de coches, motocicletas, y teléfonos celulares.
La Dirección de Ecología invita a los ciudadanos a depositar sus pilas usadas en los contenedores especiales disponibles en sus instalaciones, contribuyendo así a un manejo más responsable y sostenible de estos desechos.
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