Más valía que las personas que murieron en Tlahuelilpan, tras la explosión del ducto de Pemex, pasaran dos o tres años en la cárcel pagando por el delito de robo de combustible a que murieran de la manera en que lo hicieron, por no hacer caso a las autoridades que les pidieron que se alejaran de la fuga.
Señaló el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera, quien apuntó que la sociedad le ha perdido el miedo a la autoridad, pues lamentablemente siempre está detrás Derechos Humanos tratando de defender lo indefendible.
“Era proteger la vida de estas personas, es una catástrofe y lo digo con todas sus letras, más valía que estuvieran en la cárcel a que pidieran su vida como la perdieron, vamos a buscar el mal por menor, y en este caso era si estás cometiendo un delito vas a la cárcel, por tu protección, por tu vida que corre peligro”, expresó.
En ese sentido dijo que ni los mandos policíacos ni los soldados pueden hacer uso de la fuerza o violencia ante un hecho delictivo, pues luego son juzgados o demandados por haber atropellado los derechos humanos, sin embargo esto da pie a que los criminales sigan haciendo lo que ellos quieran sin temor a ser castigados.
“Vamos a pensar juntos en qué es lo que está pasando en México, si la autoridad ya no puede hacer nada, porque la autoridad tiene las manos atadas, yo creo que todos los sectores de la sociedad tendríamos que sentarnos a replantear todo esto, qué se puede hacer, porque algo se debe poder hacer”, añadió.