La capital potosina y el municipio de Soledad, se ubican entre las ciudades con peor movilidad urbana del país, ocupando el lugar número 13 de 20 analizadas, con un nivel “medio bajo” según el Índice de Movilidad Urbana, realizado por el Instituto Mexicano para la competitividad (IMCO).
Lo anterior lo dio a conocer la Asociación Civil “Ciudadanos Observando”, quien atribuyó esta situación, a la irresponsabilidad del Gobierno del Estado de no implementar medidas alternas, el monopolio de los permisionarios del transporte público que han impedido la modernización y la desatención del tema, de ambos ayuntamientos.
José Guadalupe González, vocero del organismo, indicó que San Luis Potosí debió implementar un plan de movilidad urbana desde hace 20 años, “lo cual nunca se realizado por desinterés y negligencia de las autoridades y por chantajes y presiones de los permisionarios”.
El estudio realizado por el IMCO mide la accesibilidad peatonal y ciclista, tiempos de traslado, nivel de congestión y velocidad promedio, y arroja que la población que vive en zonas alejadas de los centros urbanos aumenta su gasto en movilidad, lo que disminuye su ingreso disponible.
En San Luis Potosí el 28% de la población usa transporte público, y no se destina ningún tipo de fondo federal para movilidad se destina a este servicio, de esta cifra, el 63% tienen ingresos promedio de tres mil pesos, detalló.
“Desde hace 20 años, diferentes tipo de movilidad para la ciudadanía, dejar de depender del automóvil, el gobierno no se aplicó nunca se generaron medios alternos para moverse, el metrobus, otro tipo de opciones, se centralizó en el automóvil, por eso ha colapsado la movilidad”.
Cuando el gobierno quiso implementar proyectos enfocados a la modernización los permisionarios presionaron y como hay compromisos políticos de por medio, los planteamientos se detuvieron, recordó.
Las autoridades estatales y municipales deben promover el crecimiento denso y ordenado, con opciones de transporte público y no motorizado de calidad, indicó. El Gobierno del Estado no ha priorizado la movilidad de las personas y le han dado más importancia al flujo de automóviles, lo que genera mayor congestión.