En San Luis Potosí no se han registrado casos de sarampión desde hace más de veinte años, sin embargo la vigilancia epidemiológica de esta enfermedad se ha activado derivado de brotes en regiones del mundo, así lo dio a conocer Marco Antonio Gamba Aguilera, Director de Salud Pública de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado.
Agregó que el Sarampión es una enfermedad muy contagiosa de origen viral que se transmite vía aérea y se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o bien, simplemente por estar en contacto con cualquier objeto contaminado.
“Los síntomas iniciales son fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis y tos, pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla y erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo”.
Indicó que la entidad potosina se define como un área libre donde se han logrado esfuerzos de vacunación en años previos con cobertura superior al 95 por ciento; por lo anterior, se sabe que actualmente no se tiene registro de casos autóctonos, pero se mantiene vigilancia epidemiológica del sarampión, ya que en lo que va del año se han identificado cinco casos asociados a importación en los estados de Baja California (1), en Ciudad de México (3) y en Veracruz (1).
Sin embargo, el Sistema Epidemiológico se mantiene alerta en el estado y a la fecha se han estudiado 145 casos sospechosos de Enfermedad Febril Exantemática, todos negativos a Sarampión; aunque existe el riesgo latente debido a que en distintas regiones del mundo se mantiene circulación.
Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud, durante el 2018 la región más afectada por esta enfermedad es Asia Sudoriental, seguida por Europa y África, mientras que la menos afectada es la región de las Américas, donde se han notificado mil 813 casos confirmados de Sarampión, siendo la República Bolivariana de Venezuela el país que concentra más casos seguido por Brasil.
La población en mayor riesgo de infectarse son aquellos viajeros a países o regiones con transmisión de este padecimiento, por lo que con motivo del Operativo Rusia 2018, se han reforzado las actividades de vigilancia.
Entre las recomendaciones que se lanzan para evitar el contagio, destaca que en caso de requerir viajar a alguno de los países con reporte de padecimientos, se recomienda revisar el esquema de vacunación de niños y adultos. En México, rutinariamente se brinda vacunación contra el sarampión. A los 12 meses de edad se aplica la primera dosis, a los 6 años o al ingresar a la primaria se aplica la segunda dosis.
En caso de no tener antecedente vacunal, aplicar la vacuna contra el sarampión al menos 14 días previos a su viaje, las mujeres en edad fértil deberán vacunarse con SR, la cual es altamente segura. Existe evidencia científica que no existe relación entre la vacuna y el autismo.
Durante su viaje y a su regreso, si usted presenta fiebre y exantema (erupción) y hasta después de 21 días de su regreso a México, no se debe automedicar y se tiene que buscar atención médica de inmediato.
Cabe destacar que un noventa por ciento de las personas que no han sido vacunadas contra el sarampión, se contagiarán al entrar en contacto con una persona infectada. El sarampión se propaga cuando las personas inhalan o tienen contacto directo con fluidos infectados con el virus, como por ejemplo las pequeñas gotas de saliva que esparce en el aire una persona que tiene sarampión, al estornudar o toser. Es posible que la persona que ha estado expuesta al virus no presente síntomas hasta 8 o 10 días después.
Las personas que tienen sarampión son contagiosas hasta 5 días antes y hasta 4 días después de que comience la erupción, y el contagio es aún mayor mientras el enfermo tiene fiebre, secreción nasal o tos.
Por lo general, los bebés están protegidos del sarampión durante los primeros seis meses de vida debido a la inmunidad que les transmiten sus madres. Los niños mayores se protegen vacunándose contra el sarampión siguiendo las regulaciones estatales y escolares.