A partir de la última semana del mes de marzo se dio inicio a la Temporada de Calor, época en que la temperatura ambiental puede elevarse, alcanzando niveles hasta de 30 a 50°C, llegando a presentarse el fenómeno conocido como “ola de calor”. Así lo da a conocer la Dra. Dra. María Jocelyn Bravo Ruvalcaba, Jefa del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud.
Derivado de ello, detalló que: “durante esta temporada aumentan los riesgos de deshidratación a causa de las enfermedades diarreicas agudas y las enfermedades producidas por exposición excesiva al calor ambiental como: insolación, lesión térmica asociada al ejercicio, calambres y golpe de calor, sobre todo en población más susceptible, como son niñas y niños menores de 5 años de edad y adultos mayores”, expuso.
Por lo que la funcionaria estatal extendió una invitación a: “padres de familia, así como a la población en general para identificar los signos de alarma por “golpe de calor” en niñas, niños y adolescentes como: temperatura corporal mayor de 40 grados centígrados, piel caliente y seca, sed intensa y boca seca, irritabilidad, cansancio, debilidad, mareos, desmayo, latidos del corazón rápidos, dolor de cabeza y estómago, náuseas, vómito, desorientación, coma o convulsiones”, por lo que hay que estar atentos y acudir a recibir atención médica indicó.
Para evitar riesgos a la salud la Jefa del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia recomendó lo siguiente: tomar 2 litros de agua embotella, hervida o desinfectada durante el día para mantenerse hidratados, evitar exponerse al sol por periodos prolongados, especialmente entre las 11 y 15 horas, que es cuando las temperaturas alcanzan sus niveles más altos, utilizar ropa ligera y de colores claros, al salir a la calle utilizar protector solar, gorra o sombrero, lentes de soy y/o sombrilla y procurar estar en lugares frescos, con sombra y bien ventilados. Ventilar el automóvil antes de utilizarlo y nunca dejar a los niños adentro”, advirtió.
En la población de riesgo la deshidratación por diarrea también es muy peligrosa, es por ello que ante los siguientes signos de alarma se debe de acudir de manera temprana a valorar a la unidad de salud: si tiene sed intensa, no quiere comer, ni beber, padece de vómitos frecuentes, presenta más de tres evacuaciones en una hora, o si observa sangre en las evacuaciones, si ha tenido fiebre por más de tres días y ya tiene una apariencia débil y se ve más enfermo, no lo automediquen, acuda por ayuda médica.
La Dra. Jocelyn Bravo, destacó que es importante que los padres y cuidadores de niñas y niños conozcan el “ABC” del manejo de las diarreas en el Hogar: “A: alimentación habitual, si es menor de 6 meses, lactancia materna; si es mayor considerar alimentos como arroz, sopa, pastas, verduras cocidas, frutas sin cascara, pollo, entre otras; B: beber abundantes líquidos; en el caso de los menores de 6 meses, no suspender lactancia materna; ofrecer electrolitos orales (Vida Suero Oral), después de cada vómito o evacuación; C: consulta ante datos de alarma”, puntualizó de una manera didáctica y lúdica para la ciudadanía.
Por último pidió recordar que: “sí una niña, niño o adulto, presentan alguno o varios de los signos de alarma, deberán acudir inmediatamente a la unidad de salud que le corresponde, sin perder tiempo, no se automediquen, en los centros de salud y hospitales se cuenta con personal capacitado y con un área de Terapia de Hidratación Oral para brindar atención y orientación”, concluyó.