- Imponente e inquebrantable fervor Mariano
- Miles de fieles le pidieron lo que más anhelan, otros le agradecieron los favores y milagros recibidos
Imponente fervor Mariano se evidenció con la llegada de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, quien con evidente e inquebrantable gozo espiritual fue recibida por miles de fieles católicos potosinos, mientras tocaba un mariachi hermosos cantos Marianos.
Después de esperarla por una hora con 20 minutos fue recibida con globos blancos y azul celeste en la explanada de la arquitectónica Basílica Santuario-Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, donde con un espíritu jubiloso los fieles volcaron su desbordante fe y profundo amor a nuestra Madre Santísima en esta Advocación Mariana.
Desde temprana hora, fieles de todas las edades, encabezadas por el Canónigo, Presbítero Gabino Medina Portales, Rector y Párroco de la Basílica de Guadalupe, acompañado del Decano de Nuestra Señora de la Expectación, Pbro. Jorge Carlos García Noyola, del Coordinador del recorrido de esta visita, Pbro. Alejandro García Sánchez, de los Vicarios Parroquiales, Rodolfo Duarte Ramírez y Ramiro Hernández, el P. Alfredo Ruiz, entre otros que acudieron a venerar a la Virgen milagrosa.
Los fieles gritaban: "San Luis Potosí te recibe con amor Santa Madre de Dios".
Como era de esperarse, fue realmente imponente e inquebrantable el fervor Mariano que se manifestó con vivas, cantos, a la Reina del Cielo y de la Tierra, al grado que pudimos ver rostros con lágrimas, pues el llanto jubiloso y agradecido no se hizo esperar en los fieles. Fue evidente y contagiante de unos con otros, el contento, la gratitud, el gozo y la profunda e intensa paz espiritual que se percibió en su llegada a tierra potosina.
Miles de fieles le pidieron lo que más anhelan, otros le agradecieron los favores y milagros recibidos, otros acudieron para pagar alguna mandar que le debían a la excelsa Madre de Dios y Madre nuestra.
Al entrar a la Basílica, se celebró una misa solemne presidida por el Canónigo, Pbro. Gabino Medina Portales y padres concelebrantes.