Actualmente en el Estado de San Luis Potosí, se cuenta con un total de 83 radiólogos adscritos en los Servicios de Salud, y gracias a ellos, hoy en día se pueden curar fracturas, poner prótesis adecuadas a cada situación, observar la evolución y desarrollo de los fetos y poder conocer la condición real de un cerebro, sin tener que someter a una persona a cirugía u otro tipo de intervenciones dolorosas.
La radiografía es la creación de imágenes de las estructuras internas utilizando rayos X u otras ondas físicas, tales como ultrasonido y ondas electromagnéticas. Se utiliza con fines diagnósticos, medidas preventivas y propósitos terapéuticos. Las diversas modalidades incluyen radiografía, ecografía, mamografía, tomografía computada y resonancia magnética, entre otros.
Puede dividirse en “diagnóstica” e “intervencionista”. La primera permite diagnosticar el origen de síntomas y detectar enfermedades, así como conocer el progreso de un tratamiento determinado. Por otro lado, la radiología intervencionista utiliza las imágenes como guía para los procedimientos, ya que ayudan a los médicos al introducir catéteres, alambres y otros instrumentos y herramientas pequeñas en el cuerpo de los pacientes.
Los profesionistas de este ramo deben proteger su salud y evitar riesgos, utilizando un traje especial o trabajar desde su cabina blindada, para evitar posibles riesgos que puede ocasionar la profesión, desde el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, mutaciones genéticas, daños al sistema inmune, enfermedades cardiovasculares, pérdida del cabello y/o problemas en los riñones, por lo que se debe hacer uso adecuado de los equipos y el tiempo entre placa y placa.