Los autobuses urbanos de San Luis Potosí, carecen de botones de pánico y las cámaras de seguridad no funcionan, denunció la Asociación Civil “Cambio por San Luis”, al revelar que cada semana se registran hasta cuatro asaltos al interior de las unidades.
Michel Hernández, vocero de la organización, urgió a los diputados a “echar abajo” las reformas a la ley del transporte que permiten el aumento al costo del pasaje de manera automática año con año, ya que los permisionarios no cumplen con las reglamentaciones.
“Desde hace tiempo hemos venido proponiendo a las autoridades competentes que sea obligatorio que todas las unidades cuenten con cámaras de videovigilancia y botones de pánico como medidas de protección para los usuarios”.
También se han propuesto jornadas dignas para los operadores, un salario justo por su trabajo y que se les respeten las prestaciones de acuerdo a la ley, pues la mayoría de ellos trabajan en condiciones inhumanas, que ponen en riesgo su vida y la de los usuarios.
“Si los operadores tienen mejores condiciones para desempeñar su trabajo será en beneficio de todos, si a los concesionarios como Margarito Terán no les conviene, lo mejor será que entreguen las concesiones y se ponga fin al monopolio del pulpo camionero”.
De las mil 150 unidades, 250 no cuentan con botones de pánico, las cámaras no están conectadas al C4, sin contar con las deficiencias mecánicas, y en la carrocería, y la falta de capacitación de los choferes, quienes no otorgan el cambio completo y manejan sin respetar las leyes de tránsito, reiteró.
Además, indicó, los maleantes asaltan hasta cuatro veces por semana las diferentes rutas, y muchos de estos actos no se denuncian, pues las autoridades son omisas y no resuelven ninguna demanda de los ciudadanos.
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