El proceso de recuperación integral, es decir, un tratamiento de adicciones puede durar entre un año y medio y dos años, a veces más, según refieren los expertos en el tratamiento de adicciones. En la propia Secretaria de Salud del Gobierno de la República Mexicana, indican que 35.6 millones de personas han recibido servicios de prevención y atención en adicciones.
Los expertos en la materia recomiendan que para revertir las adicciones no se puede decir “quiero dejar de consumir”, lo óptimo es establecer un objetivo específico y realista, por ejemplo, decir “quiero dejar de fumar en 3 meses” o “quiero reducir mi consumo de alcohol a una bebida por semana”.
La dependencia federal sostiene que en las 32 entidades federativas, el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico creció 218 por ciento. En 2022 fueron las sustancias de mayor demanda de tratamiento, con 46.2 por ciento de los casos, seguidos del alcohol, 24.6 por ciento, y marihuana o cannabis, 13.3 por ciento.
En el caso del consumo excesivo de alcohol en los últimos doce meses del año fue de 40.4 por ciento y el consumo excesivo en los últimos 30 días fue de 19.1 por ciento.
En torno al tabaquismo que es considerado como uno de los principales problemas de salud, se indica que el 18.5 por ciento de la población son fumadores, es decir, 14 millones de mexicanos realizan esta práctica.
Dejar las adicciones es un propósito noble y saludable, es por eso que desde los Servicios Estatales de Salud, SES, ofrecen una serie de consejos para dejar estos malos hábitos, es muy importante que en primera instancia, las personas establezcan un objetivo claro y alcanzable.
Existen múltiples opciones para que logren esta meta, como buscar apoyo de familiares y amigos, la recuperación de una adicción puede ser un proceso difícil y solitario, por lo que se aconseja solicitar el apoyo de los seres queridos para que les ayuden a mantenerse motivados y responsables.
Por otra parte, se puede crear un plan de acción, una vez que hayan establecido un objetivo, crear una estrategia detallada que incluya los pasos específicos que tomarán para lograrlo. Por ejemplo, si el objetivo es dejar de fumar, la idea de acción, podría incluir la eliminación de todos los cigarrillos en las viviendas, la identificación de situaciones que hacen querer fumar y la búsqueda de alternativas saludables para hacer frente a ellas.
Para ayudar en este proceso se puede contar con los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, (CECOSAMA), los cuales brindan los siguientes servicios para la atención en salud mental y el consumo de sustancias, detección temprana, diagnóstico integral, tratamiento, gestoría intercultural, atención psicológica, intervenciones psicosociales, intervención grupal, intervención a distancia, atención a personas en conflicto con la ley en apoyo al sistema de justicia, visitas domiciliarias, referencia y contra referencia dentro de la red integrada, rehabilitación psicosocial, promoción de la salud mental, aplicación de instrumentos de tamizaje y vinculación comunitaria a través de: clubes de lectura, coaliciones por la paz y clubes por la paz.
Otra indicación que se ofrece es que se pueden celebrar los logros, pues cada pequeño paso que se dé hacia el objetivo de dejar de beber, de drogarse o de fumar, es un paso importante y es válido celebrar los éxitos y no desanimarse si se tiene un contratiempo, la recuperación es un proceso, hay que tener en mente que cada día, es una nueva oportunidad para seguir adelante.