Cuando los niños llegan a los 4 años de edad, han alcanzado una gran independencia motriz, tienen una buena calidad en su lenguaje y potencial de aprendizaje, por esa razón es momento de integrarlos a un centro escolar para que convivan con otros que les ayudará a asimilar reglas en otros contextos. Sin embargo, derivado al confinamiento por COVID-19, para evitar la transmisión y comprometidos con la salud y desarrollo de los infantes, los Servicios de Salud en el Estado (SES), emiten algunos consejos para realizar la estimulación temprana desde casa.
Ana Rosa Castillo Palencia, Responsable del Componente de Desarrollo en la Infancia de los Servicios de Salud impulsa a los padres a seguir fortaleciendo el desarrollo de su hija o hijo desde su hogar, emite algunas consideraciones.
“En esta etapa de la infancia es muy importante que las niñas y niños comenten las cosas que van observando, si ven una película, si se asoman a la ventana o cada vez que salen de casa pueden ir platicando esta estimulación tanto de lenguaje como mental; también se debe acondicionar espacios para mantener actividades donde pueda correr y trepar (siempre cuidando los espacios donde realiza la actividad sean seguros)”.
Al enseñarles cosas nuevas y motivarlos a repetir el nombre de estas, es fundamental hablarlo correctamente, se debe evitar imitar su lenguaje o hacerlo de manera infantil. Agregó que se les debe impulsar a que hablen con frases de 3 o 4 palabras al menos, no solo con palabras solas.
“El permitir que invente historias a partir de imágenes, recortes o dibujos, el que juegue con objetos de diferentes figuras de colores y tamaños para que cuando esté en contacto con estos, identifique sus características. En los juegos, enseñarle a respetar los turnos así como a resolver de manera pacífica conflictos con otras niñas, niños o personas”.
Cuando ya tienen los 3 o 4 años de edad, hay que ayudarles a reconocer las emociones, preguntarles cómo se siente en cada experiencia. Siempre escucharle, mirarle a los ojos con atención e interés, esto le ayudará a tener confianza al platicar y expresar lo que quiere; establecer límites y explicarles las consecuencias de no seguirlos.
Otras actividades para desarrollar una estimulación temprana desde casa, es integrarle a las actividades familiares de acuerdo con lo que ya puede hacer, para que aprenda a ayudar y a sentirse capaz de hacerlo, por ejemplo: doblar calcetines, colocar o levantar objetos de la mesa, llevar las pinzas de la ropa o recoger o mover objetos que pueda cargar.
En este periodo es fundamental el promover hábitos saludables en el hogar, en su alimentación incluir frutas y verduras, evitar bebidas azucaradas y comida con bajo valor nutricional y apegarse lo más posible a una rutina, por lo que es necesario respetar horarios establecidos para levantarse, bañarse, tomar alimentos, estar en clases, hacer tareas, jugar, tener actividades de ocio, limpiar la casa y dormir.