Una persona chismosa no es una enferma mental, pero sí llega a convertirse en mitómana, hay que preocuparse, porque puede ser parte de un trastorno mental, advirtió el psiquiatra potosino, Pedro Noé Ubaldo Pérez.
“El chisme no está catalogado como una enfermedad o trastorno mental, puede ser parte de rasgos de personalidad o de un trastorno conductual mental, pero que tiene consciencia de lo que hace, tiende mucho a caer en ese tipo de actitud, es una actitud del ser humano, puede ser parte de una convulsión, de una mentira, un chisme es algo de lo que se habla o que no se tiene comprobación de lo que se habla, es una mentira, y eso tiene más que ver con principios o con la personalidad, pero no con una enfermedad”.
Las personas que mienten constantemente sin medir las consecuencias, se encontrarían en un rango de trastorno compulsivo, ya más a nivel inconsciente sería una patología “por ejemplo el síndrome de Munchausen donde las personas se inventan enfermedades, son personas que se auto agreden para ir al hospital argumentando que están mal, quienes tienen hipocondría, suelen mentir, por un síntoma que no tienen, entonces la mentira patológica se traslada a la mitomanía”.