Los Coordinadores del Área de la Vida, de la Dimensión de la Pastoral Familiar (DPF) de la Arquidiócesis Potosina, señor Ignacio Rico y sus esposa María Teresa Perea de Rico, subieron al escenario a decir el siguiente discurso en favor de la Vida, de la Mujer, de la Familia y de la Paz, indicando:
Hoy estamos marcando una huella imborrable en la historia de nuestro país! ¡Hoy va a quedar escrito en la mente y el corazón de millones de mexicanos un mensaje de esperanza y de confianza.
México es un país grande y hermoso. Es un país que llena de orgullo a quienes vivimos en él, y que es admirado por los ciudadanos de otras naciones. Somos un país de hermosos paisajes, de recursos naturales, de bellas playas y de majestuosas montañas.
Pero sobre todo, México es un país que es grande por su gente. Es grande porque en México vivimos millones de hombres y mujeres que día a día luchamos por los grandes valores que han construido nuestra patria: por la familia, por la solidaridad, por nuestra fe.
En la historia de nuestro país también ha habido y hay momentos de grandes desafíos y de preocupaciones que nos inquietan. En ocasiones las tragedias naturales nos han llenado de lágrimas, como ha ocurrido en terremotos e inundaciones. En otros momentos lo que nos preocupa son los retos que afectan a la seguridad de nuestros hogares, o las dificultades económicas.
A veces nos viene la tentación del desaliento. O podríamos pensar que somos un país de confrontación. Eso nos preocupa. Nos cuestionamos por qué a veces algunos nos quieren obligar a escoger entre el amor a la mujer o el amor a la vida de su hijo en su vientre. Nos inquieta que algunos quieran confrontar los derechos de las mujeres embarazadas y los derechos de las mujeres que están dentro de sus vientres, en gestación. Parecería que si somos generosos con unos, no podemos ser generosos con otros. Pero hoy eso se acabó. Estamos aquí para demostrar que somos muchos, muchos más, los que queremos responder con un grito de confianza, con una sonrisa de esperanza, con una mirada de fe, a los que nos quieren arrastrar a la oscuridad, la violencia y la muerte.
Estamos aquí porque vamos a cambiar a México. Vamos a cambiarlo cambiando una letra. Vamos a dejar de lado la “o” y vamos a ser un país de “y”.
No vamos a elegir entre la mujer o la vida de su hijo. Vamos a amar a la mujer Y a la vida de su hijo.
No vamos a elegir entre apoyar a la mujer o apoyar al hombre. Vamos a buscar la unión entre la mujer y el hombre.
No vamos a elegir entre la violencia o la venganza. Vamos a elegir la paz y el perdón.
Vamos a ser un México que no se cansa de creer, no se cansa de confiar, no se cansa de amar.
Nosotros marchamos porque no nos cansamos de confiar.
MARCHAMOS PORQUE SEGUIMOS CREYENDO EN MÉXICO.
Hoy nuevamente alzamos nuestra voz para que nuestras autoridades, para que los empresarios, para que los medios de comunicación, para que las universidades, para que los artistas, para que todos los hombres y mujeres que queremos confiar y creer en México, nos comprometamos firmemente a alcanzar y aplicar estos 4 compromisos A Favor de la Mujer y de la Vida:
1.\u0009Se generen leyes a favor de la mujer en situación vulnerable, que atienda las raíces de sus problemas.
2.\u0009Se proteja la vida de cada ser humano antes y después de nacer por igual, sin discriminación alguna, ni por grado de desarrollo, por condiciones de salud, o por otro motivo.
3.\u0009Se generen políticas públicas a favor de la paz y la unidad de todos, sobre todo en el seno familiar.
4.\u0009Se recupere la confianza entre los ciudadanos, para que podamos convivir en paz y armonía, sin violencia.
Marchamos una vez, marchamos otra vez, y esta es la tercera vez que lo hacemos. ¿Saben por qué? PORQUE SOMOS LA VOZ DE LOS MILLONES DE MEXICANOS QUE NO NOS CANSAMOS DE CREER, DE CONFIAR Y DE AMAR, A LA A MUJER, A LA VIDA EN SU VIENTRE, Y A MÉXICO.
¡Viva la mujer!
¡Viva la vida!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!