La diputada Guillermina Morquecho Pazzi señaló que es necesario que la Secretaria de Educación de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, inicie una campaña entre la niñez y la juventud de fomento al conjunto de valores, actitudes, y comportamientos que rechacen la discriminación y promuevan la tolerancia y aceptación entre las personas.
Dijo, “recientemente se conmemoró el Día Internacional contra la Discriminación, en donde se propuso un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Educación para implemente una campaña entre la niñez y la juventud de fomento al conjunto de valores, porque las políticas y los programas educativos deben contribuir al desarrollo del entendimiento, la solidaridad, la tolerancia y la no discriminación entre los individuos, y entre grupos étnicos, sociales, culturales, religiosos y lingüísticos”.
La educación ha de tener como objetivo contrarrestar las influencias que conducen al temor y la exclusión de los demás, y ha de ayudar a los jóvenes a desarrollar sus capacidades de juicio independiente y de razonamiento ético.
A fines de 1994, el director general de la UNESCO hizo un llamamiento al mundo entero en pro de la tolerancia como una forma de terminar con la discriminación, condenó "la purificación étnica, el terrorismo, los extremismos culturales y religiosos, el genocidio, la exclusión y la discriminación", e hizo una apología del diálogo y la no violencia, presentados como los mejores métodos para resolver los conflictos que surgen naturalmente en las sociedades humanas.Al aprobar la Declaración de Principios y el Plan de Acción de Seguimiento, los 185 Estados miembros de la UNESCO, del cual México es parte, se comprometieron a fomentar la tolerancia, la no discriminación y la no violencia mediante programas e instituciones en los ámbitos de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación.
La legisladora Morquecho Pazzi expuso que los derechos humanos son inherentes a todas las personas sin discriminación alguna, el derecho a la igualdad y a la no discriminación son dos de sus piedras angulares.
La declaración universal de los derechos humanos, proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y afirma que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esa Declaración, sin distinción alguna de raza o de cualquier otra índole.