El impacto que la violencia tiene sobre las personas, es variable en cada una, y así como hay quienes pueden sobreponerse a situaciones difíciles, hay otras que tienen repercusiones que no desaparecen, indicó la psicóloga Esperanza Alonso Castañedo.
La especialista explicó que la violencia genera sentimientos y emociones negativas en el sentido de que no favorecen el bienestar físico ni mental de las personas, y esto puede generar efectos tanto físicos en donde el cuerpo enferma, como emocionales.
En el aspecto emocional, puede generar inseguridad y un malentendido del cómo es una relación sana entre las personas, lo que incluso puede repercutir en los hijos, pues al crecer en un ambiente violento, consideran que esa es la forma de relacionarse con otras personas y puede llegar a sostenerse esta creencia a lo largo de la vida.
Precisó que no hay listado de secuelas de la violencia sobre las personas, pues éstas varían en cada individuo, así como la forma en que se lleva esta situación, "hay personas que han sufrido de humillaciones, violencia psicológica y no les han tocado un pelo, ni les han pegado y es de las situaciones más difíciles, y no se reponen con facilidad, a veces termina siendo terrible para su vida; otras sufren de violencia sexual y tienen una forma de manejarlo que les permite sobrellevarlo, atenderse y darle un giro de su vida".
Explicó que esto depende de la estructuración subjetiva que se va dando desde la niñez, y que puede darle a una persona más fortalezas para manejar la situación.
Alonso Castañedo indicó que sí es posible que una persona que ha sufrido violencia reestructure su concepción sobre la vida y el valor de sí misma, de lo que merece y de cómo llevar una relación sana, sin embargo es necesario que acepte tratamiento y se comprometa con ello.
Destacó que en estos casos, las personas deben tomar en cuenta que al principio será doloroso, "porque tiene que abrir aspectos del pasado y a veces del presente, que son dolorosos, por eso a veces abandonan el tratamiento, porque no lo soportan, y por ética tenemos que dejar que se vayan, no se puede forzar un tratamiento".