Son impresionantes, las largas filas que actualmente hacen los usuarios del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, el motivo por el que se les ve esperando a las afueras de la clínica Carlos Barcena Hiriart de esta capital potosina, es que quieren agendar citas con especialistas para el próximo año. La tardanza de los trabajadores del organismo para apartar una cita y las largas horas de espera en el brillante sol pero agobiante y helido viento, hicieron que la comunidad se inconformara con las autoridades, y se han dado varios desacuerdos.
Apenas se abrieron los libros donde la derechohabiencia potosina puede programar sus encuentros con sus médicos para el año 2024. Carmen Badillo acudió este jueves 28 de diciembre para solicitar un espacio con su médico oftalmólogo y le dieron un lugar para mitad de año. Pero para conseguir este espacio tuvo que formarse dos días consecutivos y pasar el mismo vía crucis.
Cuenta que ella se formó desde el miércoles 27 de diciembre a las 9 de la mañana, pero a las 3 de la tarde de ese mismo día, le dijeron que ya no había atención porque se habían entregado 300 fichas y ya no había más posibilidades de atender a los pacientes, ante el descontento de todos por la falta de profesionalismo y de empatía con quienes esperaron por mucho tiempo, comenzaron a protestar y les dieron fichas para el jueves, a ella le tocó la número 40 y aunque llegó a las 7 de la mañana de este jueves con ficha en mano, pasaron muchas horas para ser atendida y lo peor de todo es que le asignaron fecha hasta mitad de año.
Hay especialidades que tienen una sobre demanda o que son pocos médicos los que atienden a la comunidad del organismo sanitario nacional, pero además se cruzan aspectos como que los médicos están de vacaciones, que tomaron un año sabático o que en el caso de las mujeres están embarazadas y tienen permisos de gravidez. Entre otros aspectos que son comunes en la burocracia médica.
Endocrinología, nefrología y ortopedia, son de las especialidades más socorridas de la institución y dónde hay mayor demanda por los usuarios de la institución. Por eso es fácil saturar los libros y además recordar que son más de 163 mil afiliados a la institución en el estado según el reporte 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI.
En las filas, se juntan derechohabientes con sus familiares y reportaban que en ese lugar actualmente están pasando por diversos problemas como que no hay médicos ni enfermeras. Además añaden que no hay personal suficiente para realizar este tipo de trámites, que inclusive se pudieran hacer vía telefónica.
La desesperanza, agobio y coraje se hacen sentir entre las filas que realizan mayormente hombres y mujeres de la tercera edad, porque además del frío, no les ofrecen una silla para esperar y no pueden ir a comer algún alimento ya que de lo contrario les roban su lugar y tienen que esperar por más tiempo.
Otra de las quejas que refieren en el lugar, es que ninguna autoridad directiva sale para explicar esta desatención, y ha habido momentos en que se enfurecen los pacientes porque están enfermos y aún así tienen que ir a formarse para conseguir una cita con su médico especialista en el 2024.