Los tacos son básicos en la dieta de los mexicanos, definitivamente; sin embargo, durante la pandemia varias veces han estado a punto de convertirse en un platillo "de lujo".
Por fortuna, hay comerciantes como Armando Monsiváis, que han hecho esfuerzos porque este alimento se mantenga al alcance hasta del más golpeado de los bolsillos. Ello, a pesar del aumento considerable en sus insumos, que terminan por afectar el producto final.
Sin contar el alza estratosférica en el precio del limón –dice que todavía el fin de semana consiguió una arpilla en 80 pesos por kilo-, la carne registró un aumento de entre el 20 y 25 por ciento desde el año pasado. Los chiles, básicos en las salsas que acompañan los tacos, también han mostrado un alza considerable en las últimas semanas.
"Y ni modo que yo aumente nuestros productos a esa cantidad; le subimos un poquito en diciembre, pero no tanto como han aumentado nuestros insumos", dijo. No deja de pensar que en estos tiempos hay mucha gente que no tiene trabajo o que sus ingresos se han mermado y que, quizá, su alimento del día es solamente una orden de tacos. “Imagínate que ni eso puedan comprar…”.
Al pendiente de su negocio y de sus clientes en "Tacos El Güero” -ubicado en la calle Chicosein, detrás del Museo del Ferrocarril, en el barrio del Montecillo- Don Armando aprovecha para recordar el inicio de su establecimiento hace más de tres décadas, y que años atrás estuvo en la calle Parrodi, en San Sebastián, y dice que hoy el consumo de tacos y tortas “está tranquilo”.
Por supuesto, ello lo atribuye a la pandemia que ha obligado a mucha gente a hacer “home-office” y al desempleo que han sufrido muchos potosinos. “Y también el frío que no deja salir a las personas a la calle…”, le agrega ya con un tono socarrón.
Y de los protocolos sanitarios, presume que en su negocio se atienden todas las indicaciones de las autoridades de salud: Quienes preparan los alimentos lo hacen con toda la higiene posible, portan cubrebocas y hay lavamanos y gel antibacterial a disposición de la clientela.
La limpieza es también sistemática: Cada que se retira algún cliente, se asea y desinfecta el área donde estuvo; se trapea el área de mesas, entre otras tareas sanitarias.
“Nos hemos mantenido en pie, pero no podemos aumentarle más a nuestros productos -tacos, tortas y quesadillas-“, insiste, pero confía que en breve la situación se normalice.