Los teléfonos celulares representan, en algunos casos, un problema para el sistema educativo, sobre todo en la educación básica, porque los menores los utilizan para cometer acoso, bullying, grabar peleas e incluso y lo más común, distraerse durante las clases mermando significativamente su nivel de aprendizaje.
Por ello, es necesario regular el uso de los aparatos en las escuelas, es decir, que solamente se permita su uso para situaciones específicas como la consulta de información, seguimiento a tratamiento de enfermedades de los alumnos, revisión de contenido especializado, pero no se pueden prohibir definitivamente, dijo la diputada Claudia Tristán Alvarado.
Destacó que el teléfono celular debe utilizarse para fines necesarios, ya que los centros educativos deben disponer de los medios electrónicos necesarios para usos educativos, pues de lo contrario solamente se genera una distracción permanente entre los menores que acceden a las redes sociales y a los videojuegos.
La presidenta de la comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología del Congreso del Estado, señaló que incluso en otros ámbitos como los laborales también se deben tomar medidas de regulación porque “todos nos distraemos con el teléfono, ya no ponemos atención y eso generalmente ocasiona bajo rendimiento”.
Manifestó que para poder aterrizar una medida que genere la regulación, se deben instalar mesas de trabajo donde haya resultados sobre la sensibilización que este tema amerita y después, emitir un decreto secretarial para poner en funcionamiento una medida de esta naturaleza que es de gran importancia y relevancia.
“Seguramente los primeros en protestar van a ser los padres de familia argumentando los derechos de los niños, pero se trata de crear consciencia de lo que representa el mal uso de los teléfonos celulares en los planteles educativos, empezando por la afectación en el aprendizaje y después todo lo que se desprende de su uso”, puntualizó.