Se celebró el Domingo Mundial de las Misiones en la catedral potosina

"Los exhorto a ser portadores de amor, fe, esperanza, y no de violencia, desunión y conflicto", expreso en su mensaje el monseñor Carlos Cabrero Romero

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · domingo 24 de octubre de 2021

"Jóvenes, no se avergüencen de ser portadores del Evangelio", dijo a los de la Dimensión de Misiones el Arzobispo

  • Dios nos hace un llamado amoroso a ser cristianos verdaderamente comprometidos, siendo auténticos misioneros del Evangelio, afirmó el jerarca
  • “¡Jóvenes vivan el Evangelio; no tengan miedo a seguir a Cristo y no se avergüencen de proclamar su fe!”, les dijo

El Arzobispo de San Luis Potosí, presidió la solemne concelebración Eucarística en la S.I. Catedral metropolitana potosina con motivo del “Día Mundial de las Misiones”, donde se dieron cita diversos grupos apostólicos que forman parte de la Dimensión de Misiones (DM), dentro de la cual hay 4 obras: Familias Misioneras, Jóvenes Misioneros, Unión de Enfermos e Infancia Misionera.

El jerarca católico exhortó a los fieles a ser portadores de amor, de fe, de esperanza y no de violencia, desunión o desintegración, pues Dios, en el Marco del “Día Mundial de las Misiones”, nos hace un llamado a ser cristianos verdaderamente comprometidos, siendo misioneros portadores del Evangelio.

“A nadie le debe dar vergüenza evangelizar, al contrario, todos debemos de corresponder a ese llamado que Dios nos hace para poder ver y comprender la realidad a luz del Evangelio, procediendo en todo momento con justicia, con equidad, coherencia y convicción de valores humanos y cristianos”.

“Tenemos que actuar siempre conforme a los Mandamientos de Dios, que son de amor a Él, al prójimo y desde luego a uno mismo”.

Indicó el Arzobispo potosino: “Jóvenes y amadísimos fieles, vivan el Evangelio; no tengan miedo a seguir y a amar a Cristo. No se avergüencen de proclamar su fe, avergüéncense, --eso sí-- de ser esclavos del pecado, pero tengan por seguro que si siguen al Dueño de nuestra Vida y de la Eternidad, tendrán las armas suficientes y la fortaleza de sobra para no dejarse vencer por el pecado; con Cristo todo se puede, recuerden la hermosa frase de San Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Concluyó el jerarca católico, no sin antes dar la bendición a un matrimonio, y bendecir el vientre de una joven que espera gustosa y feliz el nacimiento de su hijo y quien le pidió de favor, le impusiera sus manos para que todo saliera bien en el momento del parto.