Con la misión de llevar el mensaje de que la muerte de Jesús no fue en vano, el Taller Cultural del Barrio de San Juan de Guadalupe se prepara para escenificar un año más, la Pasión Viviente, para la cual aún hacen falta algunos actores.
La llegada de la pandemia de Covid-19 en el 2020, causó estragos en una de las tradiciones más populares del barrio de San Juan de Guadalupe, la Pasión Viviente, no solamente porque se tuvo que suspender la representación por dos años, sino que también fallecieron varios de los actores que daban vida a distintos personajes, por ejemplo, la mitad de los apóstoles.
Es por ello que ahora el Taller Cultural busca rescatar la tradición; Jesús Medina Álvarez, coordinador y director artístico, señaló que el año pasado que se reanudaron las representaciones, se tuvo una buena asistencia de público, y se espera continuar así este año, el Jueves Santo suele tenerse una afluencia de 2 mil a 2 mil 500 personas para la escenificación del lavatorio de pies, y el viernes de 3 mil a 5 mil personas.
Para la representación se requieren entre 60 y 70 actores, y actualmente aún hace falta cubrir varios personajes, como Barrabás y las doncellas, y aunque confió en que llegarán personas para encarnar dichos personajes, la intención es que adquieran el compromiso para que asistan con tiempo a los ensayos, de manera que se obtenga un mejor resultado el Viernes Santo, pues hay quienes llegan 15 días antes o “a la mera hora”.
Las personas interesadas en participar pueden acudir a la sacristía de la iglesia de San Juan de Guadalupe después de las 7 de la tarde, pues cuando terminan las misas es cuando inician los ensayos; la preparación actoral comienza tres meses antes, y en este último mes previo a la representación, pueden quedarse hasta las 11 o 12 de la noche en los ensayos. Cabe precisar que no es necesario habitar en el barrio de San Juan para poder participar.
Karla Daniela Mata Cantú, quien representa a María, señaló que aún se encuentran en gestiones para conseguir todo lo necesario para la representación, pues si bien se hacen rifas, kermés, colectas y demás para obtener recursos para el vestuario y renovar la utilería, hay gastos mayores en los que se requiere ayuda, por ejemplo para el tapanco que tiene un costo de alrededor de 90 mil pesos, el audio que cuesta de 25 a 30 mil pesos, y la pólvora 14 mil pesos.
En el caso del tapanco, contarán con apoyo de la Dirección de Cultura municipal, están a la espera de respuesta de la Secretaría de Cultura para el audio, y la pólvora sí correrá por su cuenta. Además se trabaja en un programa de seguridad para atender posibles situaciones de riesgo, por ejemplo para dar asistencia a los actores que se encuentran tres horas expuestos al sol, para el Judas que finge el ahorcamiento, entre otras situaciones que pueden surgir entre el público, por lo que se busca apoyo de instancias como Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil y policía municipal.
Las representaciones de la Pasión viviente comenzaron en 1961 y actualmente el grupo teatral está conformado por personas que tienen desde dos años participando, como Kevin Torres que será Poncio Pilatos, hasta otros como Miguel Ángel Manzano que ingresó en 1965 y representará a Caifás, es él quien señaló que con esta puesta en escena se busca generar en el público “esos momentos de angustia, la ira, el dolor, recordar el sacrificio de Jesús por la humanidad, tenemos la misión de llevar ese mensaje: que su muerte no fue en balde, fue por amor a la humanidad”.
La representación comenzará este año el domingo 24 de marzo a las 9am en Fundadores para recorrer distintas calles del Centro Histórico escenificando parábolas hasta llegar a San Juan de Guadalupe, donde se recrea la entrada de Jesús a Jerusalén, continuará el jueves 28 con el lavatorio de pies, y el viernes a las 3 de la tarde la Pasión viviente.