El Servicio de Administración Tributaria (SAT) cuenta con protocolos específicos para la atención de personas adultas mayores, especialmente diseñados para asegurar un trato digno y proteger la información personal de los contribuyentes, particularmente en situaciones que involucren a personas con discapacidades o neurodivergencias.
Esta aclaración se dio a conocer luego de que una denuncia ciudadana se viralizara en redes sociales, señalando un presunto caso en el que un adulto mayor con signos de Alzheimer se habría extraviado tras realizar un trámite en las oficinas centrales del SAT en San Luis Potosí.
El personal del SAT aclaró que la persona en cuestión fue atendida correctamente bajo los protocolos establecidos, y que el trámite se realizó sin inconvenientes. Destacaron que, debido a la naturaleza confidencial de los datos que se manejan, el trámite no puede ser realizado en compañía de otra persona a menos que existan mecanismos legales que respalden dicha asistencia. Esto busca prevenir el uso indebido de la información del contribuyente.
En casos donde la persona mayor no pueda realizar sus trámites de manera autónoma, el SAT explicó que los familiares deberán iniciar un proceso legal en un juzgado familiar. Este juicio tiene como objetivo demostrar que el adulto mayor está incapacitado para tomar decisiones por sí mismo, lo que permitiría al cuidador asumir legalmente la responsabilidad de realizar los trámites en su nombre.
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Respecto al caso de la persona que se extravió tras salir de las oficinas del SAT, la institución aclaró que, aunque no tiene facultades para actuar fuera de sus instalaciones, se contó con el apoyo de las autoridades del C4 para localizar al individuo, quien finalmente fue encontrado sano y salvo. Además, el SAT subrayó que diariamente atiende a un promedio de 100 personas de la tercera edad, quienes culminan sus trámites sin mayores problemas.
El SAT reiteró que su protocolo de atención, vigente desde 2016, se basa en valores fundamentales como la honestidad, respeto, compromiso y responsabilidad, asegurando así una atención de calidad y calidez a todos los contribuyentes, con especial consideración hacia las personas adultas mayores.