En México se han notificado un total de 859 casos probables de sarampión o rubéola, es decir que son sospechosos y están siendo sujetos de análisis, de los cuales hasta el momento se han confirmado cuatro de sarampión; de ellos sólo uno ya es considerado como caso importado y tres se cree que probablemente también esté relacionados con importación.
El sarampión es una enfermedad causada por un virus que puede prevenirse a través de la vacunación. El grupo más susceptible para enfermarse es el de los niños pequeños, las mujeres embarazadas que no han sido vacunadas y las personas con inmunosupresión.
Los síntomas de esta enfermedad cambian conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que dura entre 4 y 7 días. Durante la fase inicial del sarampión, puede haber congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones y manchas blancas en la parte interior de las mejillas.
Posteriormente se produce exantema, es decir, una erupción rojiza en la piel que dura de 5 a 6 días e inicia en la cara y parte superior del cuello, se extiende hasta cubrir el cuerpo en un periodo aproximado de 3 días y luego desaparece.
Puede tener complicaciones graves, algunas de las complicaciones son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído y respiratorias. Por lo que es importante conocer como se transmite y cómo prevenirlo.
Se sabe que su transmisión se da porque se encuentra presente en las secreciones de la nariz y la faringe. Cuando tose o estornuda, las gotitas de saliva que expulsa pueden transmitir el virus y causar la enfermedad.
No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. Sin embargo, para evitar complicaciones graves la atención se incluye una nutrición adecuada, la ingesta de líquidos, el tratamiento de los cuadros de deshidratación, la prescripción de antibióticos en caso de ser necesaria (por sobreinfecciones de ojos, oídos o neumonía) y la suplementación de vitamina A. Este último, con un comprobado efecto para reducir la mortalidad.
La manera de prevenir este mal es a través de la vacunación y la vigilancia epidemiológica, que son consideradas como las dos principales herramientas para prevenir la enfermedad. Actualmente los Servicios Estatales de Salud, SES, llevan a cabo el esquema para la vacuna triple viral (SRP) que protege contra sarampión, rubeola y parotiditis.
Se indica la aplicación de dos dosis que son a las personas nacidas a partir del mes julio de 2020, la primera es a los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 18 meses. También a aquellas personas que nacieron antes de julio del 2020, se da la primera a los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 6 años. Los adolescentes y adultos que no cuentan con las dos dosis de la vacuna SRP pueden recibir la vacuna contra sarampión y rubeola (SR).
Las recomendaciones actuales es revisar la cartilla de vacunación para asegurarse de contar con dos dosis de vacuna, de no ser así, acudir a su centro de salud para completar el esquema.
Desde el 1 de abril al 11 de mayo, se está realizando una campaña de vacunación contra SRP en todas las unidades de salud del estado y se llama a que en caso de presentar algún síntoma, se debe acudir a su centro de salud, evitar automedicarse.
Las personas con cuadro clínico compatible con la enfermedad requerirán reposo, además de que se sugiere evitar asistir a lugares concurridos.
La persona con síntomas respiratorios, deberán usar cubrebocas, cubrirse la boca al estornudar o toser, además de que se deberá lavar las manos con frecuencia, y procurar no tocar sus ojos, nariz o boca, además de evitar el contacto cercano como besos y abrazos. Evitar compartir utensilios de alimentación.
En casa se deben mantener los espacios ventilados demás de limpiar superficies con solución clorada. Tomar medidas de precaución, si convive con personas con antecedente de viaje reciente a los estados de: ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Michoacán, Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Baja California y estar al pendiente si presenta síntomas sugestivos de sarampión.
Si se va a salir de viaje se recomienda aplicar la vacuna contra el sarampión (un mínimo de 14 días antes de su viaje), si no puede demostrar que fue vacunada previamente. Los niños de 6 a 11 meses de edad deben tener una dosis de vacuna contra el sarampión, si se viaja internacionalmente y revacunarse al cumplir el 1er año. Las mujeres en edad fértil deberán vacunarse con SR que es la dosis que debe aplicar cuando haya casos de sarampión en una región, a partir de los seis meses de edad sin que esta dosis forme parte del esquema de vacunación.
Durante el viaje y al regreso, sí se presenta fiebre y exantema hasta después de 21 días de su regreso a México, no se deben automedicar y buscar atención sanitaria de inmediato. Tomar abundantes líquidos, vida suero oral o electrólitos, para prevenir la deshidratación. Comente con el personal médico sobre su antecedente de viaje y evitar el contacto con otras personas.