Si bien desde hace siete años se dedican a la elaboración de salsa macha, las ventas eran solo entre vecinos y algunos conocidos, sin embargo la llegada de la pandemia cambió todo, lo que obligo a Doña Candy y a su hija a reinventarse, a buscar una nueva forma de mantenerse mantenerse y fue así como lograron no solo vender más y agregar nuevos productos, como mermeladas artesanales.
Así cuenta su historia Doña Candy, quien por semana puede elaborar hasta cien frascos de salsa, dependiendo de la temporada y de la demanda que tenga, ya que no le gusta tener producto almacenado, pues considera que parte de su éxito es la frescura de sus productos.
Los cuales tiene en diferentes presentaciones, para poder satisfacer el gusto de la gente, por ejemplo con las salsas tiene una que pica menos, elaborada con almendras, semilla de girasol, arándano; otra con cacahuate, pepita y hoja santa; una más de ajo con ajonjolí y semilla, que es la más picosa, esto para ofrecer a la gente la opción que más le guste.
“Las salsas tenemos como 7 años que las hacíamos pero en menor cantidad, a mi hija le gusta emprender y yo le ayudo a hacerlas, pero con la pandemia, ella se quedó sin trabajo y yo también, entonces tuvimos que trabajar más en el negocio, reinventarnos, buscar nuevas opciones para poder salir adelante”.
Esa reinvención llevó a la creación de nuevos productos, como son las mermeladas de Jamaica con chile de árbol, la de mango con habanero, otra más de mango con coco y un toque de mezcal o la tamarindo con chile piquín, las cuales dijo son muy buscadas por los clientes.
Por lo que junto con la elaboración de las salsas, les ha dado para sacar adelante los gastos diarios, que son desde la comida, hasta el pago de agua, luz, teléfono y a veces, hasta para ir a comer a algún lugar, pero en pocas ocasiones, aunque de cualquier manera está agradecida con el éxito que han tenido estas salsas que elabora de manera artesanal en su casa.
La cual esta ubicada en la calle 6 de Enero con número 272, hasta donde la gente puede ir a comprarlas, así como en la calle Hidalgo número 205 en la cabecera municipal, un espacio que con el apoyo de otras personas, está abierto para la venta de productos artesanales hechos en Soledad de Graciano Sánchez.