La imaginería cubana en el arte y sus exponentes, ha dejado como consecuencia artistas que conciben el mundo con una lucidez e historiografía social que revive la fabulosa lírica del ser humano.
Salomón, artista cubano, originario de la ciudad de Matanzas, retoma este conocimiento y la cotidianidad de la sociedad cubana, para crear espacios plásticos repletos de memorias. Su acercamiento con al arte deviene de su abuela, quien es una parte muy importante de su vida e infancia.
"Recuerdo ver a mi abuela recoger conchas y corales, luego la observaba formar una amalgama con pegamento y crear con todo eso pequeñas artesanías. Se convirtió para mi en una artesana del alma".
Esto, sería para Salomón una inspiración y una necesidad que como un ser humano hambriento de expresión, lo convertiría en el primer artista profesional de su familia.
EL CLAROSCURO DEL ARTISTA
Salomón comparte que, sus inicios fueron una batalla constante entre la creación y la solvencia económica, que en ese entonces no le permitía tener el acceso a diversos materiales de fine art.
Entonces, sin darse cuenta se fue adentrando en la estética del arte Collage, el arte matérico, povera y la instalación, para poder expresarse.
"Traducía los símbolos y los códigos, utilizando todos los recursos naturales que había a mi alcance. Fui creando mis propios con base a minerales naturales. Suplanté la imagen bidimensional por objetos que me brindaban tridimensionalidad. Y dibujada en cualquier soporte y pintada en todo lo que llegaba a mis manos". Después de ello su pasión descontrolada por crear, lo llevaría a reconocer que poseía un deseo vivo por el arte.
Pero Salomón no estaba solo. Su madre Elizabeth Salomón, fue y es parte de la historia de este gran artista. Ella se transformó en su principal impulsora, dónde juntos llegaron hasta la Habana, en búsqueda de un espacio que reconociera a este artista naciente y su visión contemporánea de la vida.
"Nos enfrentamos a una situación verdaderamente difícil. Tocamos puertas hasta alcanzar una beca para la academia de de bellas Artes de San Alejandro".
Después entraría a otra academia destinada al desarrollo de las Artes, la Escuela Profesional de Arte “Roberto Diago Querol” ahora en su lugar de origen Matanzas, Cuba. En dónde también desarrollaría una especialidad en Pintura.
CAMBIAR AL MUNDO A TRAVÉS DE LA CREACIÓN
Por primera vez Salomón pudo reafirmarse y nombrase artista. Un creador que canaliza sus emociones al saberse vivo, como una oportunidad que conquista como hacedor del arte y así poder transformar todo.
"Para mí la cotidianidad es suficiente fuente de inspiración para seguir creando. Las charlas, los sonidos, la gente con la que comparto. Lo vivencial, lo auto referencial, todo lo que me rodea me nutre creativamente", puntualizó.
Salomón toma como herramienta todas estas vivencias tan humanas de la vida misma y las lleva a la secrecía de su estudio, para discursar conceptualmente su proceso creativo.
Y entonces en medio de la música y el humo de un cigarro, se enfrenta al espacio donde se aísla para destilar todo lo que le ha otorgado el mundo que percibe desde sus experiencias sensibles, a sabiendas de poseer una visión transformadora.
"Pienso que el arte se puede cambiar al mundo, está aprobado y está demostrado el arte sana. El arte cura el alma y el espíritu, el arte vela por el pasado, el presente y el futuro. Cada movimiento artístico, transformó al mundo y lo revolucionó. El arte nos convirtió en revolucionarios y transgresores, a través del arte siempre se ha contado la historia".
LA CONTEMPORANEIDAD DE UN ARTISTA
Más allá de los logros como creador, Salomón ha hecho del arte su principal escalón para conocer a la humanidad, desde otras sociedades y otras perspectivas en diversas partes del mundo.
Su trabajo le ha otorgado el reconocimiento no solo de su país, sino de otros tantos, qué comprenden la valía de su pensamiento.
Con el título de hijo ilustre de la ciudad de Matanzas, Salomón se divide también entre el artista, el hijo hermano de todas aquellas personas a quiénes ha apoyado a través de su trabajo creativo.
"Ser lo que realmente me apasiona, y hacer de lo que realmente me apasiona un motivo para poner el pan sobre la mesa de mi familia, es una de las situaciones que más valoro y que el arte ha traído a mi vida".
SALOMÓN Y SU VÍNCULO CON MÉXICO
Para Salomón, llegar a México ha significado una bendición y una gran oportunidad de poder exponer parte de su pensamiento creativo y artístico. Por mucho tiempo este artista, vislumbró la posibilidad de llegar a este país como una conquista personal, un sueño y un triunfo de sus logros.
"Exponer en México, es una posibilidad de crecer culturalmente, de saberme un hombre y un artista qué se levanta todos los días, con el mismo ímpetu de conquistar sus metas y sus sueños y México siempre ha estado dentro de ellas".
Este artista plástico recuerda, que desde sus inicios en la academia del arte, México siempre estuvo presente como una forma de conocer la historia social y revolucionaria de este país.
Los artistas Diego Rivera y Alfaro Siqueiros, sembraron en Salomón un deseo insaciable de llegar a tierras aztecas dónde la lucha social siempre ha estado presente y marcada a través de los simbolismos del arte mexicano.
JARDÍN PREHISTÓRICO, UNA EXHIBICIÓN SIMBÓLICA
Está muestra artística del artista cubano Salomón, es una exposición retrospectiva de su carrera plástica. Salomón transforma su obra como un alquimista, qué combina elementos y los transforma, para dar a conocer su visión humana de las cosas.
"En Jardín Prehistórico traté de construir una muestra que exhibiera, todo un plano más onírico de la interpretación de los planos y los sueños. Está inspirada, en la posibilidad de poder contar mi historia, mi vida, mi devenir, mis antepasados mi religión, mi presente y anhelos a futuro".
Contar su historia y la historia del pueblo cubano, en todos sus claro oscuros, y traducirlo a través de la belleza de su plástica, son una de las tantas posibilidades que usa Salomón para contar la historia de su vida y sus 20 años como artista.