Si bien la nutrición puede ayudar a disminuir diversas enfermedades crónicas no transmisibles, también se debe tomar en cuenta la disfunción metabólica de las personas, destacó el doctor David Kershenobich Stalnikowitz,médico especialista del Departamento de Gastroenterología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.
En el marco de Congreso Internacional de Investigación sobre Obesidad realizado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el especialista destacó que previo a la pandemia, las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) eran responsables de más del 70% de las defunciones en el país, y aunque fueron desplazadas por el Sars-Cov2, se esperan ajustes nuevamente ahora que la pandemia ha sido controlada.
En el caso específico de la obesidad, mencionó que la prevalencia de obesidad en el mundo se duplicó entre 1980 y 2015 en 73 países, y aumentó continuamente en la mayoría de los otros países.
Manifestó que la nutrición se ha identificado como un factor determinante en el desarrollo de ECNT, "el impacto de la prevención alrededor de la nutrición es tal, que podría evitarse el 75% de las enfermedades cardiacas, accidentes vasculares y diabetes mellitus tipo II, y 40% de los cánceres".
Sin embargo destacó que también es importante la disfunción metabólica, que puede existir independientemente del peso que tenga una persona; y es que si bien el paciente que tiene obesidad tiene la expresión de disfunción metabólica, hay otros que no tienen obesidad pero sí tienen disfunción metabólica.
Debido a ello recomendó hacer investigación básica, clínica y sociocultural, para determinar el origen de la obesidad y así poder entenderla, pues destacó que la investigación será clave para controlar la frecuencia de la obesidad y el sobrepeso entre la población.