La Iglesia siempre ha defendido la vida desde sus inicios y lo seguirá haciendo en toda circunstancia.
Así lo señaló el arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, ante la opinión que le merece la declaración que hizo el Secretario General del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, José Guadalupe Torres Sánchez sobre su propuesta al Congreso del Estado para que despenalice el aborto.
Firme, contundente, con tono decisivo y muy seguro de sí mismo, el Sucesor de los Apóstoles dijo que todos tenemos la responsabilidad de defender la vida, porque ya se ha comprobado que el aborto no es la solución ni correcta ni idónea para nadie; debemos estar muy conscientes que la vida misma ya es un derecho y todos tenemos derecho a la vida, a nadie se le puede quitar porque es un don de Dios y sólo Él sabrá cuando nos la quita.
“Si dejamos de respetar y de ser sensibles ante el enfermo, ante nuestros hermanos mayores en sus necesidades, ante el que es muy pobre, y requiere nuestro apoyo material, espiritual y moral, o ante el que se considera que no tiene valor, ante los ojos de ciertas personas y de ciertas situaciones en el mundo, cuando dejamos de ver que hay una vida que existe en un vientre, pues hay un nuevo ser, que es creado por seres humanos, por un papá y una mamá, que está en un etapa inicial y donde ya hay vida, ya es un ser humano”.
“El poder ser papás y mamás es un regalo divino y no podemos imponerle a Dios que nos quite ese don, y menos acabando con la vida de otro ser que está por nacer y que tiene derecho a la vida; no debemos desobedecer a Dios en el mandato de respetar, amar y defender la vida, porque desde nuestra fe y como ciudadanos también, tenemos que respetar el don de la vida”.
“Le pido a Dios que todos respetemos nuestra vida, desde la concepción, desde el seno materno, hasta la muerte natural, porque la Iglesia cree en un Dios vivo, en un Dios que nos concede el don de la vida, y no nos corresponde a nosotros quitarla y precisamente las leyes deben estar para defender la vida de todo ser humano, que todo ciudadano tiene”.
LA IGLESIA NO CRIMINALIZA, NI CONDENA, SU OBJETIVO NO ES JUZGAR, ACTÚA CON MISERICORDIA Y OFRECE CENTROS DE ATENCIÓN PARA QUE DEN A SU HIJO EN ADOPCIÓN, DIJO EL JERARCA CATÓLICO
“Claro está que la Iglesia no condena, ni criminaliza, ni juzga a las mujeres que practican un aborto, sino que invita a buscar la ayuda espiritual y los apoyos requeridos en diversas instituciones o centros, que ayudan a que den en adopción al hijo que esperan, y en donde el apoyo es incondicional, porque lo importante es que no se acabe con la vida de un ser inocente que tiene derecho a vivir”.
“Sabemos que por diversas circunstancias, muchas personas se ven obligadas a buscar un camino como ese (el del aborto), sin embargo, la Iglesia lo entiende perfectamente, y el Papa nos pide que actuemos con suma misericordia para quien ha vivido esa triste y dolorosa experiencia, tenga la oportunidad de acercarse al Sacramento de la Confesión. También hay Centros de atención para ellas, en las diversas comunidades parroquiales pueden pedir ayuda, la cual siempre es gratuita, porque lo que se busca es salvar la vida de seres inocentes. Ahí se les orienta y se les ayuda eficazmente en todos los sentidos y aspectos de su vida. El objetivo es que las personas respeten su vida y la de su bebé y que agradezcan ese don maravilloso de dar vida a otro ser, para que puedan llevar adelante y a feliz término la plenitud y alegría de una vida”.
“Hay instituciones y centros oficiales que por medio de las autoridades y conforme a las leyes establecidas que así lo permiten, ofrecen las facilidades y apoyan para que den en adopción a su hijo, ellas no están solas, siempre se les apoya”.
“Comprendemos las diversas situaciones que las pueden orillar a hacer eso, pero les pedimos que no se practiquen un aborto, no condenamos, ni juzgamos ni mucho menos criminalizamos, pero exhortamos a que no lo hagan, porque Dios es un Dios de vida, no de muerte”.