Ruth Posadas es taxista. Todavía muchos de sus pasajeros se sorprenden verla conducir –“se les hace raro”–, pero sobre todo hacerlo de noche; no saben que lleva más de dos décadas recogiendo pasaje en ese horario.
Por supuesto que no es la única trabajadora del volante. “En este oficio ya somos muchas mujeres; somos como unas treinta que trabajamos en el horario nocturno y otras veinte o treinta que andan de día; ya no es extraño ver a una mujer taxista”.
Reconoce que, aún hoy, en el oficio hay compañeros que las consideran más vulnerables; sin embargo, ello les favorece porque, cuando les llega a pasar alguna situación, de inmediato reciben el apoyo. “Cuando es mujer, en los grupos de auxilio hay más apoyo, te arropan, te protegen”, confiesa.
No obstante, ser mujer también tiene ventajas para los usuarios. “La gente se siente más segura con nosotras y eso me encanta; hasta nos dan propina, pero es nada más porque tratas bien y con respeto”.
Posadas dice que la delincuencia no se detiene si eres hombre o mujer, y ahora no solamente te asaltan, “sino hasta te roban el vehículo cuando lo tienes estacionado fuera de tu casa”.
Inclusive, deben tomar precauciones cuando se presta un servicio a ciertos lugares. “Hay colonias a las que no íbamos, pero ya evolucionaron, aunque en la actualidad todavía hay colonias que las consideramos focos rojos y entramos con miedo o no entramos”.
Por fortuna, y a pesar de trabajar en el horario nocturno desde hace 21 años, no ha tenido encuentros con la delincuencia, quizá sí con uno que otro pasajero pasado de alcohol, o algún usuario curioso que le pregunta por qué es taxista.
La concesión del taxi es suya, y le costó mucho esfuerzo tenerla, por lo que lamenta que existan personas que se hagan pasar como taxistas, y pretendan sorprender a las autoridades en los momentos de reparto de concesiones.
“Se apuntan en el padrón sin ser choferes de taxi, y no es justo para los que realmente trabajan, es una burla para los que sí trabajamos”, acusa.
Y va la pregunta de cajón: ¿Y sí deja ser taxista?
“He vivido del taxi todos estos años, pero cada vez es menos lo que se gana. Comenzamos cuando el banderazo del taxi era de ocho pesos y feria y en 10 o 12 años apenas ha aumentado dos pesos con 70 centavos; antes la gasolina costaba 8 pesos, y ahora casi 20”.
Ruth también se da tiempo para buscar, desde su trinchera en la agrupación Taxistas Libres A.C., beneficios y mejoras para los choferes adheridos.