Y ese borlote…?, preguntó contrariada una mujer ya entrada en años que transitaba por la calle Hidalgo, en el Centro Histórico, acompañada de una niña, probablemente su nieta, justo cuando se aproximaban los integrantes de ruidosa batucada.
Igual debió suceder en el pasaje Zaragoza, recorrido por similar grupo de animación contratado por el Ayuntamiento capitalino para calentar el ambiente previo a la inauguración del festival “San Luis en Primavera", en la explanada de Los Fundadores.
Uno recorrió desde el mercado Miguel Hidalgo, toda la calle del mismo nombre y debió dar vuelta en Álvaro Obregón hacia Fundadores, pero los “batuqueros” doblaron al lado contrario, rumbo a San Juan de Dios; luego rectificaron el rumbo.
El contingente por Zaragoza respetó su trayecto oficial y ambos terminaron en su destino final, seguidos de decenas de personas que se unieron y lo siguieron en su trayecto.
Ritmo, colorido, festejo llenó las principales puntos del Centro Histórico. Unos tambores que no cesaban de sonar, que hacían retumbar a cada paso de los “batuqueros" hasta seguir ambientado a los presentes que aguardaban la inauguración del festival municipal, pero sobretodo el concierto sinfónico de Mijares. La verdad.
De los establecimientos comerciales se asomaron los empleados sorprendidos con los zanqueros y los monos de Calenda, o eso parecían ser, que pasaban frente a ellos.
Algunos hombres disfrazados de bufones o payasos con carteles hacían la invitación a acudir a los eventos del festival y repartían antifaces y sombreros de carnaval.
Notable la seguridad, la presencia de policías y de oficiales de la Policía Vial que en cada cruce de calle paraban el tráfico para el paso de los contingentes.
La batucada se dejó de escuchar para dar paso a un espectáculo de tambores japoneses, nada que ver con los ritmos latinos.