En la atención de paciente con trasplante de órgano, la participación de la familia es de suma importancia para que su evolución sea favorable y adecuada, sobre todo por la complejidad de tal procedimiento quirúrgico, informó el Área de Trasplantes del Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de San Luis Potosí.
Las y los pacientes que son candidatos a un trasplante renal, pueden ser trasplantados de donador vivo o cadavérico, teniendo como primer requisito la compatibilidad sanguínea.
Para tal procedimiento tanto paciente a trasplantar como donador, deben cumplir con una serie de estudios médicos y cuidados previos para garantizar el éxito de la operación, además de prever que va a haber un seguimiento formal de los pacientes, posterior al proceso tan complejo como lo es un trasplante de riñón.
En este caso, la participación de la familia es fundamental en el cuidado del paciente trasplantado, en la vigilancia del tratamiento y cuidados para que la evolución sea favorable y la más adecuada.
La atención en la salud de ambos pacientes (en el caso de donador vivo) es a largo plazo, por tiempo indefinido, en el cual el paciente debe seguir rigurosamente las recomendaciones médicas en cuanto a la toma de medicamentos, consultas, exámenes, indicaciones de dieta bajas en carbohidratos y proteínas, sobre todo carnes, así como ejercicio programado mínimo dos veces por semana, entre otras.
Actualmente, la evolución de las y los pacientes con trasplante resulta favorable en su mayoría de los casos, por lo que el Área Médica del IMSS recomienda que después de una cirugía de tal índole, debe seguir las indicaciones al pie de la letra para garantizar la mejora en la calidad de vida del paciente.