Este viernes miles de visitantes y fieles se rencontraron en la manifestación cultural y religiosa que coloca a la entidad como un destino cultural nacional e internacional.
La Procesión del Silencio se realiza desde 1954, pero el 2020 y 2021 se suspendió debido al Covid-19, ahora y luego de más de 24 meses de pandemia y con más de seis décadas de existencia, vuelve a vivirse de manera presencial recorriendo las principales calles del corazón de la capital potosina.
Con solemnidad y asombro, turistas y parroquianos disfrutaron el sincretismo cultural que caracteriza este magno evento, además de acompañar a los participantes en este viacrucis silente que representa la Pasión y Muerte de Cristo.
La ruta procesional comenzó en el Templo de El Carmen hacia Villerías, frente al Teatro de la Paz, continuó por avenida Universidad, Galeana, Independencia, avenida Carranza, Aldama, Madero, Manuel José Othón y concluyó justo donde comenzó, donde hacia la media noche llegó la última cofradía, tras de la cual, se cerraron las puertas del recinto religioso de El Carmen.
Vuelve la Procesión del Silencio de manera presencial
El reloj marca las 20 horas. Se abren las puertas del Templo del Carmen y comienza la Procesión.
Niños, mujeres y hombres se dieron cita esta noche para formar parte de este evento, declarado desde el 2013 patrimonio cultural inmaterial de San Luis Potosí. Esta ceremonia es única en su tipo por procesionar en Viernes Santo, representando el viacrucis completo y los misterios dolorosos del Rosario.
Este año la muestra de fe fue en honor a las personas que murieron a causa del Covid-19, en recordatorio de la esperanza y luz eterna.
También en esta edición número 69, se sumó por primera vez la cofradía de Nuestro Señor de El Saucito, y según la organización, el próximo año podrían participar las 31 cofradías que integran la columna procesional.
El primer grupo estuvo integrado por miembros del gabinete del Gobierno del Estado: Martha Elizabeth Torres Méndez, secretaria de Cultura; Patricia Elizabeth Véliz Alemán, secretaria de Turismo; Guzmar Ángel González Castillo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado; Noé Lara Enríquez, Oficial Mayor; Daniel Acosta Díaz de León, secretario de Salud; Juan Carlos Torres Cedillo, secretario de Educación y Juan Pablo Escobar Martínez, subsecretario de Interinstitucional.
Orígenes de la Procesión
"Enciéndanse los luceros de la noche potosina. Calle a calle, esquina a esquina, en tarea de pregonero por encomienda divina. Que se habrán los corazones y que por todos los rincones germine el alma cristiana, que hoy es de rosa y espina"
La Procesión del Silencio en San Luis Potosí se realiza con espíritu de recogimiento, dolor y penitencia, en acompañamiento al dolor de la Virgen María.
Participaron 29 cofradías integradas por alrededor de dos mil personas, con su ritual, engalanaron las principales calles del Centro Histórico.
El caminar de quienes integran las cofradías representan el Vía Crucis de Cristo. Como es tradición, los integrantes usan túnicas y atuendos propios de cada cofradía, pero esta edición 2022, será significativa y recordada por el uso de cubrebocas de todos los participantes de las cofradías.
Los orígenes de la Procesión del Silencio se remontan a las representaciones de Semana Santa de Sevilla, España.
El reencuentro
Aún es prematuro pensar en un antes y un después desde el 2020, pero los potosinos volvieron a reencontrarse este Viernes Santo del 2022 en un espacio de socialización imprescindible para la salud y esperanza.
De alguna manera vuelven no siendo los mismos, pues cada familia o como individuos, transitaron de manera diferente el aislamiento. Las experiencias vividas durante el tiempo de confinamiento se dio en circunstancias y situaciones distintas para cada uno, pero todos está unidos por sobrevivir a una época difícil., una en la que se aprendió sobre la importancia del autocuidado y se valoró la cercanía más simple como lo fue el dar un abrazo o tomarse de la mano.
Enfermedad, temores, incertidumbre, desempleo, muerte, tiempo libre, estar conectados, la distancia, son solo parte del vasto espectro de lo vivido hace dos años atrás.
Esta noche mujeres, hombres y sobre todo muchos niños, salieron de casa, algunos sin su cubrebocas, para reflexionar o disfrutar en comunidad de un evento cultural al que tradicionalmente asisten en familia o bien acudieron por primera vez.